Tanta inquina y odio tenían que tener alguna explicación. Todo Sada se pregunta por el origen de esta guerra sin cuartel entre los estadistas internacionales Benito Portela y la reptiliana María Nogareda sin conseguir dar una respuesta al entuerto. Una guerra acrecentada estos días de campaña electoral. Unos hablan de intereses inmobiliarios, otros de ideología contrapuesta, pero no, finalmente se ha descubierto que el desencuentro, por calificarlo suavemente, procede de una antigua relación sentimental entre ambos.
En el siglo pasado, cuando ambos eran jóvenes, mantuvieron una relación sentimental que no fue muy bien debido, según la candidata de Untados por Sada, a la frialdad persistente de Portela, y según el susodicho exalcalde de Sadamaioría a la altivez glaciar de ella. Dos versiones contrapuestas de las razones por las cuales se han vertido entre ellos tantos insultos estos días y que han provocado una ola de violencia sin precedentes en el municipio, partido literalmente por la mitad entre los partidarios de ambos, calificados ahora como el Zelenski y la Putin gallegos.
El líder supremo del concello vecino de Oleiros, Gelo, partidario de la anexión de Sada al Imperio oleirense, ha conminado a ambos a llegar a un acuerdo en una mesa de negociación de carácter inmediato. El objetivo es que acabe en breve esta guerra que puede incluso expandirse por la provincia y quién sabe si no por el país y el mundo entero. La propuesta es que se reúnan los dos en una habitación de un hotel de Oleiros y no salgan hasta que hayan logrado un acuerdo satisfactorio para ambos que haga finalizar sus diferencias.