El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, anunció que distribuirá poetas persas por toda España para intentar frenar el coronavirus. Así lo afirmó tras prorrogar el estado de alarma hasta el próximo 26 de abril. «Todo hombre es como un hueso, siempre ligado a otro./ Juntos, los miembros forman un solo cuerpo y tienen un mismo origen./ Si la vida causa dolor a un miembro,/ ninguno de los otros permanecerá indiferente./ Si a ti no te provoca nada el dolor de los demás,/ no podremos llamarte ser humano.” Sánchez leyó estos versos del poeta persa Saadí, nacido en 1210, como metáfora de la necesaria solidaridad social durante la pandemia, que calificó como «la peor catástrofe de nuestras vidas».
De este modo, un total de 300 poetas orientales serán distribuidos por todo el territorio nacional para elevar la moral de la población. «Algunos serán poetas persas ya fallecidos y otros del actual Irán, dada la gran magnitud de esta tragedia», explicó Sánchez. Ferdosí, Shams al-Din Muhammad Shirazi, Molaví Rumi, Al-Din Muḥammad ibn Ibrahim Aṭṭar y Omar Jayyam, entre muchos otros, declamarán a lo largo y ancho de la Piel de toro para, con sus cantos a la belleza y a la vida, insuflar moral en la decaída población hispana. «Con este arsenal lírico pretendemos ayudar a todos los ciudadanos», añadió Pedro Sánchez.
Ante la proliferación de verdaderos atentados a la integridad humana, el Gobierno acordó considerar delito cualquier tipo de canción dedicada al coronavirus. Hace dos semanas, el Gobierno decretó que drogadictos y puteros también pueden salir a la calle, al igual que los dueños de perros que salgan a pasearlos. En días pasados, el Observatorio de Jarabes Estatal y Tendencias Epidemiológicas (Ojete) dictaminó que «los españoles son los europeos con el culo más limpio». Debido a la espiral consumista provocada por el estado de alarma, que causó que los consumidores arrasasen con las reservas de papel higiénico. La pasada semana trascendió que los españoles podrán salir a pasear, además de al perro, al imbécil. Así, todos aquellos imbéciles que cuenten con certificado oficial podrán ser paseados por un adulto con correa.
Junto a farmacias y supermercados, las peluquerías chinas que ofrezcan «final feliz» podrán abrir sus puertas al público durante la alerta sanitaria. El Gobierno ordenó antes el cierre de todos los puticlubs de España tras la cuarentena decretada para frenar el coronavirus. Los lupanares quedaron clausurados y sólamente pueden prestar servicios mínimos en casos de emergencia como despedidas de soltero, scorts a domicilio o atención a vírgenes, tal y como recoge el Boletín Oficial del Estado. Esta medida fue duramente criticada por PP y Vox, que exigieron la «reapertura inmediata de los puticlubs» por su «gran servicio social».