Intercambio de cromos. Como la candidatura del gran artista y filántropo Toni Cantó fue anulada en Madrid, el Partido Popular tenía que buscar en su lugar un candidato de tronío que llamara a las masas a ir un día entre semana a votar. Tras muchas deliberaciones, Pablo Casado se fijó en Ángel García Seoane, el líder mundial de Oleiros.
Gelo, que se encontraba en ese momento inspeccionando los terrenos del futuro campo de golf Antonio David Flores, se mostró eufórico ante el ofrecimiento, ya que él siempre ha querido representar la opción conciliadora y de centro del panorama político. Acto seguido, Seoane recibió un cheque como gratificación a su altruista labor además de, lo más grato de todo, una llamada del liderísimo Núñez Feijóo para felicitarle y, de paso, animarle a seguir con la fructífera política de recalificar fincas, ya fuera en Galicia o en Madrid.
Toni Cantó aterrizará muy pronto en Oleiros para ocupar su plaza. Ya se habla de que edificará un gran teatro con capacidad para cinco mil personas donde él mismo actuará todas las tardes. Será el primer alcalde LGTB de Galicia. Mientras, Gelo con su busto de Stalin y su Masseratti marchará rumbo a Madrid, y no se sabe cuál será su techo político, quizás en un futuro La Moncloa, para ello talla política, formación e inteligencia no le faltan, va sobrado.