Sobre las cinco de la tarde, Rajoy bajó del vehículo al pie de la parada de taxis, desde donde recorrió buena parte del casco histórico, con sendos posados ante el Torreón de los Andrade y en el paseo marítimo. Escoltado por un nutrido personal de seguridad, le acompañaron el exalcalde popular Gabriel Torrente, el presidente de la Diputación Diego Calvo y el número dos del PP gallego Miguel Tellado, entre otros rostros locales del Partido Popular. Rajoy y su séquito visitaron algunos negocios de la zona y tomaron café en la Cafetería Guillermo, desde donde se dirigieron a la Plaza de España. En ese lugar, un fan excitado le gritó: «¡Arriba España, Don Mariano, con dos cojones!». Pero la anécdota del día se produjo cuando Rajoy se encontró con un pequeño clon, un adolescente hipster trajeado afiliado a Nuevas Generaciones llamado Iker Barbeito. Este gafapasta se mostró encantado con la visita de su «jefe». Barbeito, DJ en ciernes, posó emocionado al lado de Rajoy. «Es el futuro», dijo el presidente en funciones en referencia a su miniyo, quien anteriormente subía fotos a Internet con libros de Manuel María en ristre y mensajes sobre la necesidad de defender el gallego. ]]>