Carles Puigdemont, expresidente de la Generalitat de Cataluña, acudió de incógnito al Wanda Metropolitano de Madrid y silbó al himno nacional durante la final de la Copa del Rey de fútbol. Así lo indica un informe oficial del Cesid al que ha tenido acceso este medio. El partido, celebrado el pasado sábado, se celebró rodeado de excepcionales medidas de seguridad. Aunque Puigdemont, quien fuera guitarrista de Los Diablos, iba disfrazado de ultra fascista, aprovechó el momento en que el himno nacional comenzó a sonar para silbarlo, realizando a su vez varios cortes de manga. Diversas fotografías efectuadas por agentes del servicio de inteligencia español así lo reflejan. Estos hechos podrían ser constitutivos de un delito de odio, podrían acarrear una pena de cárcel en torno a 17 años y una multa de 278.000 euros.
En el encuentro, que se adjudicó el Barcelona al derrotar por cinco goles a cero al Sevilla, se vivieron momentos de gran tensión. Tras la violencia dialéctica entre partidarios y detractores de la unidad nacional vivida al sonar el himno, el Rey sembró la discordia. Y es que algunos vieron en la corbata rojiblanca del monarca un guiño hacia los andaluces y una reprimenda hacia quienes piden la independencia. No es ningún secreto que Felipe VI es un reconocido aficionado del Atlético, que también viste de rojiblanco.