El cómico marioneta y presidente de Ucrania, Volonosoqué Zelenski, se jactó ayer por la tarde en un comunicado oficial por Tiktok de los últimos éxitos de las tropas ucranianas en el frente de guerra. Zelenski aprovechó para agradecer a España, y más concretamente a Nacho Cano, la aportación de una nueva arma invencible: su musical Malinche.
Tras el estancamiento de los combates, enquistados en una guerra de trincheras a la antigua usanza, era necesario tomar soluciones para intentar avanzar, y para ello se proyectó en el cielo sobre las tropas rusas el musical del hermano más ególatra y dopado de los Cano, lo que provocó que los soldados de Putin corrieran despavoridos tapándose los oídos, arrancándose los ojos y suicidándose unos sobre otros mediante bayonetas.
Los ucranianos avanzaron así en un terreno vacío de obstáculos peligrosos solamente armados con tapones para los oídos y mirando al suelo para no observar el espectáculo proyectado. Nacho Cano será agasajado próximamente en Kiev, donde las autoridades del lugar le harán entrega de una medalla de ojalata y tres carretillas de escama colombiana, que es lo que pidió el músico (o lo que sea) a cambio de su aportación a la lucha.