El famoso enólogo Robert Parker se deshizo ayer en elogios hacia el vino de Barrantes, de Ribadumia, una de las variedades más populares de Galicia, producido con la famosa uva Folla redonda y caldo estrella de romerías, furanchos y tabernas. El gurú vitivinícola, creador de The Wine Advocate, la guía de vinos más prestigiosa del mundo, valoró el vino que mancha todo lo que toca con 97 puntos, un brebaje «extraordinariamente atrevido, sofisticado y primigenio a la vez». Se da la circunstancia de que se trata de un vino «palleiro», que dirían en Galicia, sin raza, sin material genético propio, al ser un híbrido que las instituciones no quieren reconocer más que como simple manchamorros pero ante el que el público cae rendido… y ahora el mismísimo Parker, el crítico de vinos más influyente del mundo.
Y es que la uva Barrantes como tal no existe, no está registrada, y para ello se están llevando a cabo una serie de trámites que pretenden igualar el estatus de este vino al de muchas otras variedades como el Albariño, el Godello, el Ribeiro o el Mencía. «Su gran acidez y su sabor afrutado implosionan en boca; su vigoroso cuerpo se va densificando al descender, un vino lleno de jugosidad y fruta con toda la grandeza de los que se saben humildes pero en realidad son prodigiosos», explicó Robert Parker.
Este caldo se caracteriza porque mancha prácticamente todo lo que toca. Hasta el punto en el que tanto en una taza de loza, «unha cunca» como se dice en Galicia o en nuestra piel, es muy difícil de borrar. Otra de sus peculiaridades es que no se debe dejar reposar el vino más allá de un mes o que no se deba transportar, ya que la fermentación maloláctica no tiene lugar. El Barrantes posee gran cantidad de taninos y aporta una cantidad saludable de isoflavonas antioxidantes al cuerpo.
