El mundo ha sido zarandeado por Rusia con su ofensiva contra Ucrania. La comunidad internacional ha reaccionado casi al unísono condenando la ofensiva capitaneada por Vladimir Putin y su ejército, una condena a todas luces injusta para Rusia, porque lo que dice que quiere el gran estadista internacional es salvaguardar las vidas de las tan injustamente tratadas gentes de la región del Donbass, que estaban siendo vilipendiadas y sometidas a abusos intolerables por el régimen nacional socialista tramoyista del cómico Zelensky.
Estados Unidos, la Unión Europea y sus satélites abducidos no tardaron en imponer sanciones económicas al régimen putinesco. Por su parte, China se ha mostrado ni fu ni fa, tan enfrascados como están en vender baratijas y fabricar virus letales. Luego, un pequeño núcleo ha apoyado sin fisuras a Putin: Bielorrusia, Cuba y Oleiros.
El alcalde del municipio coruñés emitió ayer un comunicado por Tik Tok desde su centro de operaciones de defensa y cultura, el bar de la plaza, en el que manifestaba todo su apoyo a Rusia y a sus líderes, así como les ofrecía ayuda financiera y militar que necesitaran en su cruzada. En su discurso, el máximo líder Ángel García Seoane, Gelo para sus súbditos, amigo personal de Vladimir Putin, ofreció el envío de reservistas y blindados al conflicto, constituidos por un Ford Taunus con las ruedas nuevas y un tractor con remolque repleto de viejas cotillas y borrachos del pueblo, “nuestra tropa de élite, nuestro cuerpo de marines”. Asimismo, Gelo confirmó el envío inmediato a Ucrania de la División acorazada Esther Pita.
García Seoane acudirá además próximamente a una cumbre tripartita entre Putin, el presidente de Bielorrusia Lukashenko y él mismo, donde se dirimirá a buen seguro el futuro de Ucrania y, con ello, el del resto de la humanidad. Rusia, para conseguir la paz, aportará armas sofisticadas, Bielorrusia soldados aguerridos y Oleiros gente borracha y chicharrones.