Menudo revuelo ha montado la periodista Pilar Urbano con el adelanto al diario El Mundo de su libro La gran desmemoria. Lo que Suárez olvidó y el Rey prefiere no recordar, en el que revela que Juan Carlos I conocía los preparativos del golpe de Estado fallido del 23 de febrero de 1981. Urbano recoge en su obra conversaciones del monarca con el militar Alfonso Armada, quien fue a prisión por haber participado en esa intentona y luego quedó indultado. En el libro, cuya publicación intentó frenar el hijo del recientemente fallecido Adolfo Suárez, la escritora retrata al rey como un golpista. Urbano incluso asegura que el rey de España era el famoso «Elefante blanco» que movía en secreto los hilos de aquella conspiración. Los instigadores del 23-F pretendían cambiar el rumbo de la denominada tansición, tan en tela de juicio durante los últimos días.
Otros muchos investigadores habían apuntado con anterioridad la participación del Rey en el 23-F. Se trataba de un secreto a voces. Incluso era algo aceptado por los especialistas el hecho de que los Estados Unidos conocían perfectamente que en esa fecha se iba a producir un golpe de Estado en España.
Las polémicas declaraciones de Pilar Urbano, que accedió a testimonios cercanos a Adolfo Suárez, provocaron que Izquierda Unida exigiera al Congreso la desclasificación de todos los documentos relativos al 23-F. Cayo Lara, el coordinador federal de esa agrupación, invitó a Juan Carlos I a desmentir, «si puede», su participación en el 23-F. «La impunidad, si es verdad, toca a su fin», añadió. Por su parte, el exministro de UCD Marcelino Oreja tildó de «panfleto» y «cúmulo de falsedades y despropósitos» el libro en cuestión… sin haberlo leído aún.
Pero todo ese torbellino informativo se queda en nada si lo comparamos con las declaraciones de Elena Valenciano, vicesecretaria general del Partido Socialista y cabeza de lista para las elecciones al Parlamento Europeo del domingo 25 de mayo. «Con esa información, en todo caso, lo que sé es que quien nos libró del golpe de Estado del 23-F fue Su Majestad el Rey Juan Carlos. Eso sí que lo sé poque eso sí que lo vi», dijo con respecto a las afirmaciones de Pilar Urbano. Así, sin más. Con un par. ¡Ole! No importa que los historiadores lleven décadas apuntando en la misma dirección que la autora del polémico libro, la dirigente socialista puede ver el pasado, el presente y el futuro en su bola de cristal. Ojalá le ponga unas velas negras a esa señora por decir tantas mentiras. ¡Bazura!
Te lo agradecemos mucho, de verdad, todos hemos respirado tranquilos al fin. Nos has sacado la venda de los ojos. ¡Oh, Señor, cuán ciegos hemos estado! Perdónanos. Y agradéceselo a Elena. Porque si Juancar estuviese implicado en este turbio asunto ya sería demasiado. Así que ¡gracias Elena Valenciano! ¡Qué bello es vivir! ¡Cómo mola ser sociata! Y dile a Su Alteza que también nos perdone por haber sido tan mal pensados todos estos años. No somos dignos de tu clarividencia, Elena. Porque, ¿qué es una investigación de toda una vida comparada con tu mera palabra? No somos dignos, no hemos sabido ver la verdad y la teníamos ante los ojos. No hemos sabido apreciar a qué saben las nubes. Un beso en la frente. No cambies nunca. Porque tú lo vales.
El rey golpista. Ese es el quid de la cuestión y el porqué se ha silenciado tanto tiempo ésto. ¿Qué credibilidad puede o podría tener el rey si se sabía la verdad? Es un secreto a voces y la forma de encajar todas las piezas: el estamento militar quería ocupar el gobierno sin pasar por las urnas, con la connivencia del rey. Un militar al frente del estado con un gobierno de concentración nacional detrás. Pero es que todo ésto es muy viejo ya, lo que pasa es que nadie puede decirlo, porque el rey es un santo putero varón.
Armada se llevó los secretos a la tumba. Quizás fuese por lealtad. Pero el rey tiene otra característica además de golpista: traidor. ¿Qué es peor de las dos cosas?
Valenciano, que tenía 23 años cuando lo del 23-F, tenía línea directa con el Rey, que no os enteráis. Y si me dan a elegir entre golpista y traidor quizás me quede con lo primero, ¿no? Como Armada.