Baltar correrá en Ourense las 24 horas de Le Mans

El presidente de la deputación de Ourense, Manuel Chispas Baltar, del PP, correrá con su coche oficial en las 24 horas de Le Mans, que este año se celebrará en la ciudad de As Burgas. Este bombazo informativo se produce después de saberse que el polémico político, O rápido de Esgos, cometió dos infracciones de tráfico por exceso de velocidad el mismo día 23 de abril, y con una hora de diferencia. El coche oficial que conducía el presidente ese domingo fue detectado por un radar en la A-52 en Zamora, a las 18:38 de la tarde, cuando circulaba a 215 km/hora en esa vía, por lo que irá a juicio el 31 de mayo por un posible delito contra la seguridad vial.

Esa misma tarde del 23 de abril y una hora antes, a las 17:44, otro radar de la Guardia Civil detectó el vehículo oficial del presidente circulando a la altura del punto kilométrico 210 de esa misma autovía A-52,  en Allariz, a 173 km/hora, es decir a 53 kilómetros más de lo permitido, en un tramo en el que la velocidad máxima es de 120 km/hora.

Baltar, que superó en su coche oficial el récord de velocidad sobre tierra, rebasó los 490 kilómetros por hora que ostentaba el Bugatti Chiron Super Sport 300 Plus. En su pista de entrenamiento, la autovía A-52, Baltar alcanzó la friolera de 497 kilómetros por hora al volante del vehículo de la Diputación que conduce en exclusiva, su veloz Volkswagen Passat matrícula 8054 KLY. Antes ya fue castigado con una multa de 600 euros y la retirada de seis puntos del carné de conducir. Manuel ‘Chispas‘ Baltar fue sancionado por circular a 215 kilómetros por hora en esa misma vía, cuando viajaba hacia Madrid en un tramo limitado a 120. «Dad gracias que no iba borracho y que paré», bromeó Baltar junior. El político debutará este año en la Fórmula 1 con su coche oficial. Ferrari podría ficharlo debido al gran revuelo mediático generado tras esta noticia y «a su gran pericia con su propio vehículo a velocidades elevadas», señalaron desde la escudería.

Estos hechos provocaron la apertura de un atestado por un presunto delito contra la seguridad vial. Los agentes dieron el alto al coche por el tramo de la A-52, que une Galicia con Castilla-León, también conocida como Autovía de las Rías Baixas, tras detectar un radar el exceso de velocidad. El presidente de la Diputación de Ourense no se identificó como tal cuando los agentes le dieron el alto. Los guardias no practicaron el test de alcoholemia o drogas porque este se realiza siempre que hay accidente y solo si se aprecian síntomas en el conductor. «Iba un poco peneque pero estoy acostumbrado y es que ni se me nota», dijo Baltar entre risas.

Un exceso de velocidad superior a los 80 kilómetros por hora en una vía interurbana, además de implicar la correspondiente multa, está considerado un delito en el Código Penal. Según el artículo 379.1 a este tipo de comportamientos al volante podría aplicarse una pena de prisión de 3 a 6 meses o con la multa de 6 a 12 meses o con trabajos en beneficio de la comunidad de 31 a 90 días; así como la privación del derecho a conducir vehículos a motor y ciclomotores por un tiempo superior al año y hasta cuatro años. Si se recurre la multa, como es el caso, el conductor sancionado no podría acogerse a la reducción del 50% de la sanción, asumiendo el pago del total del importe de la multa, 600 euros.

En tres de las diez ocasiones en las que el coche de Baltar fue detectado por los radares circulando con exceso de velocidad entre 2019 y el pasado domingo, el automóvil fue detenido y Baltar identificado, por lo que las multas figuran a su nombre. En otras siete, sin embargo, el vehículo no fue parado y las sanciones llegaron a la Deputación, que fue interpelada para identificar al conductor. Al menos en el caso de la de 2021, la institución rehuyó la obligación de hacerlo.

El presidente de la Xunta, Alfonso Rueda, salió en defensa de Baltar, descartando tomar medidas contra él y reiterando que está «arrepentido». El presidente de la Deputación, que no ha comparecido públicamente para dar explicaciones, se limitó a informar en dos escuetos comunicados que la infracción se debía a un «despiste».

Jácome y el chiste del chimpancé

El alcalde de Ourense, Gonzalo Pérez Jácome, afirmó que se trata de «una infracción que aparentemente parece que es grave».  El regidor ourensano aprovechó para contar el chiste del chimpancé, todo un clásico de su repertorio: «¿En qué se diferencia un chimpancé de Manuel Baltar? En la mirada astuta del chimpacé».

Podemos Ourense, por su parte, pidió la dimisión de Manuel Baltar por «unha conduta perigosa e irresponsable que non está á altura do cargo que ocupa”». Además, instó al presidente de la Diputación de Ourense a dar»explicacións posto que ningún cidadán está por riba da lei». 

La formación morada considera que “se esta situación se producira por parte dun membro da nosa organización que ocupara un cargo de semellante relevancia, Rueda sería o primeiro en pedir esas responsabilidades”.

El PSdeG-PSOE de Ourense también exigió la «dimisión inmediata» de Manuel Baltar como presidente de la Diputación tras conocerse que había sido interceptado circulando a 215 km/h por la A-52 en la provincia de Zamora. Los socialistas afirman que “non pode continuar nin un minuto máis á fronte da presidencia da deputación ourensá” por “decencia democrática”. 

El portavoz del BNG en el Ayuntamiento de Ourense, Luis Seara, calificó de «intolerable» el comportamiento de Baltar, advirtió de que su actuación había puesto en riesgo la vida de las personas y también exigió su dimisión.

José Manuel Baltar fue reelegido presidente del PP de Ourense el 26 de septiembre de 2021 con el 99,24% de los votos emitidos en el 18º Congreso Provincial. Desde febrero de 2012 es el presidente de la Diputación de Ourense, sucediendo así a su padre, el gran cacique José Luis Baltar Pumar, quien dejó este cargo tras 22 años. Ese fin de semana estuvo haciendo campaña en los municipios de Puebla de Trives y Villar de Barrio, en Ourense, de cara a las municipales del 28 de mayo, según la cuenta del PP de la provincia gallega. «Es que llegaba tarde a los pinchos», justificó Baltar hijo con su característica ironía.