El presidente de Ucrania y títere de Estados Unidos, Volodimir Zelenski, ha amenazado a Rusia con una oleada de destrucción en respuesta a los crueles ataques de estos a infraestructuras civiles. Zelenski no se ha cortado un pelo y ha sugerido que pedirá que España le envíe su peor arma de destrucción masiva, lo que viene a decir que solicita que Pedro Sánchez le mande a Teresa Fernández de la Vega.
La exministra se encuentra actualmente viviendo de rentas tras trabajar tocándose el jigo en consejos de administración de grandes empresas, pero puede ser de nuevo reclutada y enviada al frente del Donbass. Con su sola presencia, o incluso simplemente lanzando fotos suyas sobre las líneas enemigas, se garantiza la deserción masiva y el suicidio a miles de sus oponentes. Y lo que es más fuerte, si se pasea desnuda por la zona bélica su visión provoca la muerte instantantanea en ochenta kilómetros a la redonda debido a los ataques de ansiedad que desataría, aunque no solo en los militares, sino también entre los civiles, por ello se duda de ponerla en ropa interior para no caer en crímenes contra la humanidad. Las espadas están en todo lo alto entre Rusia y Ucrania, y ahora España se situará en primera línea de frente.