Vete ya, Juan Carlos I de Nóos, monarca vergonzante. Vete a cazar perdices, máximo mandatario de un Estado vergonzoso y de una Corona de latón. Llévate contigo a tu cuñado, el Duque Empalmado, para que te sujete la escopeta. Pero deja los elefantes y los osos, que no se te dan muy bien. Puedes instalarte en cualquiera de tus palacios y ver las motos con total tranquilidad. Puedes llevar una vida todavía más cómoda que la que has llevado durante toda tu vida, sin dar un palo al agua. No te preocupes por llegar a fin de mes, la Constiución da para mucho y tu hija Cristina te puede llevar la contabilidad. Eso sí, no le dejes usar tus tarjetas…
Vete, puedes seguir recibiendo visitas de tus amiguitos del PPSOE y recordando tus batallitas, ya sabes, aquellos días con Franco y lo del 23-F y los yankis. Vete y llévate esas costumbres medievales que tanto te gustan. Puedes seguir con tus salidas nocturnas con tus amigotes directivos de grandes bancos y empresas. Vete y no vuelvas, Juan Carlos I de Botswana. Llévate al príncipe, a las infantitas y a la caterva de parásitos que viven a expensas de ese anacronismo que patéticamente intentáis salvaguardar.
Pero deja que, por una vez, el pueblo decida qué hacer con esa cosa extemporánea llamada monarquía. Referéndum ya.
Eres un desagradecido, le debemos la democracia y la libertad a Juan Carlos, y así le pagas. Traidores panoplianos, deberían poner a Tejero de presidente y que os llevara a un gulag en Vigo.