Las recientes declaraciones del presidente del Partido Popular, Alberto Núñez Feijóo, en las que mostraba su «interés» de infancia por la sexualidad de los conejos, esconderían una extraña parafilia sexual. «En mi casa también había gallinas, había cerdos… Matábamos; ¡no había muchos, eh!, uno al año. Recuerdo que era una fiesta. Seguía con interés la procreación de los conejos que había en casa”, explicó el de Os Peares.
El trastorno del político, rabitting, consiste básicamente en ver conejos apareándose. Aunque parezca extraño es algo muy común en muchos lugares, como asegura Jason Straberg, de la Porno Rabitting Asociation, con sede en Carolina del Norte. «Me pone muy palote ver a los conejos follar», eplicó Feijóo, cuya enfermedad muestra variantes, como personas que se excitan con patas de conejo, con pieles de estos animales o con fetiches similares.
El expresidente de la Xunta de Galicia aseguró orgulloso que uno de sus mejores recuerdos infantiles era cuando practicaba rabitting con sus amigos en aquellas gloriosas tardes de verano. «La infancia te acompaña siempre y no es solo recuerdos sino la conformación de la personalidad de cualquier persona, y a mi folletear on conejos siempre me puso muchísimo”, indicó Alberto Núñez Feijóo.
«La infancia es la época del desarrollo humano en que se cimentan las enfermedades mentales asociadas a la sexualidad», explica Straberg, para quien el de Feijóo es «un caso clarísimo de rabitting severo». A veces el rabitting puede derivar en ursusagalmatophilia, parafilia en la que los osos de peluche o los disfraces de animales son el centro de atención. Las personas con este problema suelen vestirse con trajes de león, conejo u osos para excitarse.
Sois unos hijos de puta y me he follado a vuestra madre en su juventud.