Pedimos que Valiño vuelva a la presidencia de la Asociación de empresarios de Sada

Solicitamos que Bernardo Valiño regrese de inmediato a la presidencia de la Asociación de empresarios de Sada porque sin sus interesantísimas ocurrencias nos quedaremos sin la luz que nos guíe en la oscuridad. Valiño ha sido el cabeza de turco de una polémica, tras el artículo homófobo del Mariñán, que él no inició. Él acrecentó la controversia en su afán por «arreglarlo» y situó la Perla das Mariñas en epicentro estatal de la actualidad. Él, una vez más, colocó a Sada en el mapa tan solo por responder a una afrenta. Porque, como él mismo dijo, «maricón viene en el diccionario». Y es que Valiño ha sido víctima de una persecución judeo-masónica por parte de las nuevas fuerzas sodomita-comunistas y no merece permanecer en el ostracismo. El fundador de hitos como Nova Etapa o los Juegos olímpicos sobre barro e impulsor de la Romaría internacional debe volver a ocupar el cargo de presidente de la patronal sadense… porque tiene mucho más que ofrecer al mundo. Sus increíbles propuestas dinamizadoras de la cultura, sus loas a Franco o a Corea del Norte merecen mucha más atención. Bernardo debe volver a ocupar un lugar relevante en Sada y en la historia de la humanidad. Venga a nosotros tu Reino. Amén.

Bernardo Valiño

Firma para que la personalidad más arrebatadora, humilde y ocurrente que verán tus ojos vuelva a coger el timón de Sada, villa marinera llamada a grandes logros por la grandeza de una España limpia e indivisible. Firma para que Valiño reconduzca con mano firme el destino de los sadenses a pesar de mareantes y populismos que nada aportan a la gloria de la pequeña gran joya marinada cuna de Lugrís, de Sanjurjo Badía, de Paseiro, de Adrian Roó y Baltasar Kiel. Firma para que Sada recupere su brillo de antaño.

Pedro J. Panoplia
Pedro J. Panoplia

Adjunto del adjunto del director, esta exótica promesa del periodismo patrio mueve los hilos en esta web. Amado y odiado a partes iguales, transpira neoperiodismo por cada uno de los poros de su piel. Duerme, come, caga y vive en la redacción.

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