César Longo, alcalde de Paderne -entre Betanzos y Miño- , acaba de anunciar su nueva campaña de visibilización para promocionar el municipio bajo el nombre Paderne existe. Esta iniciativa, financiada con fondos europeos, pretende mostrar las bondades de este concello que casi nadie sabe dónde coño está. De hecho un estudio reciente del CiS reveló que Paderne era uno de los 3.000 ayuntamientos españoles «ocultos» que «nadie sabe dónde coño están».
Y es que, por su situación geográfica, en una montaña escarpada entre ríos, «un 99,9% de los gallegos no saben colocar Paderne en el mapa y el 0.1% restante se cree que es Paderne de Abegondo», asegura Funesta Distica López, directora del IGE. «Paderne es uno de esos lugares donde, como se dice popularmente, Cristo perdió el nombre», añade.
«Paderne existe» parte como «una campaña de sensibilización muy necesaria porque yo no voy a estar aquí toda la vida y tenemos que situarnos en el mapa y promocionar el vino Blanco Legítimo», asegura por su parte César Longo Queijo, del PSOE. El alcalde lleva más de dos décadas al frente del Concello, que ni siquiera tiene el alcantarillado completo en ninguna parroquia. «Vamos retrasados», admite el regidor, «porque estamos pendientes de colocar la depuradora». Y es que, ya se sabe que en más de veinte años no da tiempo a hacer muchas cosas y hay zonas incluso sin agua. Y de medios de transporte metropolitano mejor ni hablar. «El Concello es titular de 55 kilómetros de carretera y solo ha asfaltado uno», añade por su parte Pedro López del Río, del PP.
«Paderne no existe»
La campaña de visibilación de Paderne responde a que hay personas que aseguran que Paderne ni siquiera existe. «Es un cuento chino, una egolatría de ese señor, César Longo, que pretende hacernos creer que es posible gobernar dos décadas un sitio sin siquiera ponerle alcantarillado a todos los vecinos. ¿Quién se lo va a creer? ¡Eso es totalmente imposible! ¡¡Lo apedrearían de ser verdad!!», afirma el escritor betanceiro Carlos Penedo. En su opinión, «Paderne es una parroquia de Betanzos desde siempre, a la que se ha dotado de cierta magia literaria». Según explica, «ponen nombres rimbombantes como Reserva de Biosfera, Mariñas Coruñesas e Terras do Mandeo a cosas que ni siquiera existen porque, efectivamente, Paderne no existe».