Pacma, el Partido animalista contra el maltrato animal, exige «conservar» el polémico perro del mural de Oleiros. «Tiene que quedarse y bajo ningún concepto puede eliminarse de la pintura, vigilaremos para que esto no ocurra», señalan desde la formación política. Desde hace varios días el cánido protagoniza una amarga disputa que se ha hecho viral en Internet.
El polémico cánido del mural de la calle Miraflores de Oleiros que recrea la procesión del municipio es «un perro satánico». Así lo aseguran desde el PP local, portavoz de las protestas vecinales ante esta «herejía innombrable». El muralista Joseba Muruzábal, famoso por sus superabuelas gigantes, es el autor de la obra. A él le encargaron que realizara un homenaje a la procesión en la fachada de una casa, concluida a principios de mes. La pintura está basada en una antigua fotografía desenfocada de una actuación del grupo de Baile Folliñas de Santa María de Oleiros de 1984. En la instantánea el último personaje aparecía cortado, por lo que decidió colocar la cabeza de un perro cerrando la procesión. Desde el PP oleirense denuncian que «además de un insulto a la religión y a las creencias», el perro está extraído «de los terribles murales de magia negra realizados por Aleister Crowley», quizás el más famoso satanista de la historia.
Ante «esta execrable loa a Lucifer y al mago negro Crowley», el Partido Popular de Oleiros solicitó la «llegada inmediata a Oleiros de un exorcista oficial del Vaticano». Los conservadores también pidieron al Gobierno «la irrigación ipso facto de todo Oleiros con agua bendita desde hidroaviones». Por otro lado, censuraron «la deriva libertina» a la que se ha visto abocada la localidad «por culpa del comunismo impulsado desde el Ayuntamiento por el alcalde», Ángel García Seoane, Gelo. «No somos capaces de interpretar el significado del perro procesionando en Oleiros pero no transmite nada bueno de la parroquia, ni de la procesión, ni del nivel artístico del municipio», señaló el PP.
«Completé la figura sin más intención que darle un toque de humor al mural, le puse cabeza de perro a la última figura, un juego, un chiste, un busca al perro escondido, nada más que eso. Apenas se aprecia, está pintado muy desenfocado, más aún que el resto del mural para que cumpliese bien su función de sorpresa», justifica por su parte el artista. Unas declaraciones que el PP juzgó como «vaga disculpa», ya que el polémico perro «ha suscitado un enorme cabreo entre los vecinos y ha sido el causante de varios ataques al corazón», por lo que solicitaron «su retirada inmediata o su substitución por la figura del arcángel San Gabriel o por la de Alberto Núñez Feijóo». Según explican, «el autor puede ser incluso un illuminati, así que hay que extremar la precaución».
Asimismo, el PP relacionó «varias posesiones demoníacas producidas durante los últimos días en Oleiros» con el cánido de la discordia. «En realidad se trata del perro de Belcebú, no hay más ciego que el que no quiere ver y los Evangelios están ahí, por lo que el mural es en realidad un aquelarre en vez de un homenaje a nuestra procesión», argumentan los populares. «Lucharemos con toda nuestra fuerza contra El Maligno y pondremos a disposición de todos los vecinos botafumeiros con incienso bendito para mayor seguridad», añaden desde el PP.