Según fuentes de máximo crédito (Ok diario, Alfredo Inda y el departamento de prensa de Vox), el estadista héroe abertzale, pacifista, pendientólogo y futuro lehendakari Arnaldo Otegi, recibirá un ministerio si Pedro Sánchez es reelegido como presidente. El líder socialista accederá a las pretensiones de su socio preferente para que éste le dé su voto.
Otegi ha expresado sus preferencias por el ministerio del interior o el de justicia, aunque no le haría ascos al de igualdad, ya que para los dos primeros suenan y mucho Carles Puigdemont y Laura Borrás, estos cargos parecen ya decididos. El líder abertzale ha pedido además veinte tanques Leopard para someter a la provincia de Álava, rebelde por excelencia, e imponer allí el uso obligatorio y exclusivo del euskera, bajo pena de muerte a quien siquiera balbucee el castellano. El idioma vasco original apenas se utiliza en esa parte del país de la boina y el amonal, no ha calado lo suficiente debido a la idiocia congénita de sus habitantes para expresarse oralmente. Para ello «se recluirá a los rebeldes lingüísticos maketos en Treviño para su reeducación o exterminio si fuese necesario», ha afirmado Arnaldo I, apelativo mayestático con el que aspira ser llamado cuando venza a sus rivales e instaure el imperio euskaldún.
Pedro Sánchez ya se frota las manos porque estos votos están ganados para la investidura, solamente le faltan los del BNG gallego, pero «con dos platos de lentejas y unas botellas de licor se convencerá, como siempre, a los de ese pueblo atrasado y perdido», ha afirmado ufano Sánchez.