La presidenta madrileña Isabel Díaz Ayuso ha informado este sábado en rueda de prensa la intención de pedir el traspaso de la competencia en Costas al Estado. Ante el revuelo y perplejidad de los medios y de los partidos de la oposición Ayuso ha explicado que Madrid efectivamente tiene costa, en los embalses y pantanos de la Comunidad, pero que esta ley no protegerá sólo al litoral interior madrileño, sino a los «ciudadanos libres de Madrid que cada verano se desplazan a otras comunidades para pasar las vacaciones en la playa y sufren el acoso de ordenanzas y leyes injustas con las que no están de acuerdo y que de forma dictatorial se les obliga a cumplir». La presidenta ha citado algunos casos particulares y hasta ha leído en público la carta que una ciudadana de la capital de España, harta de soportar las estrictas normas en su segunda residencia, le hizo llegar:
«Querida presidenta, mi nombre es Rosa, soy vecina de la calle Alcalá, y todos los veranos desde hace 15 me desplazo a Galicia para pasar las vacaciones en familia después de un agotador año trabajando para levantar este país. Allí tenemos un apartamento cerca de la playa, en el municipio de Rivera, donde nos congregamos hermanos, padres, hijos y nietos, y algunas otras familias de Madrid que también veranean allí. Cada año que pasa las cosas se están poniendo más difíciles para poder tener allí unas vacaciones tranquilas, pues la madrileñofobia y las políticas autoritarias y xenófobas locales son cada vez más insoportables. A la ya incómoda situación de no entender absolutamente nada de lo que pone en ningún sitio o de los mensajes por megafonìa al ser todos en gallego (vaya por delante que nada tengo en contra del gallego pero en España deberíamos entendernos todos en español por educación), ahora se le unen normas y ordenanzas que impiden hacer absolutamente nada en la playa. Estas normas dignas de un Estado comunista nos amargan el verano, ya que no te dejan hacer nada: no se puede saltar, no se puede jugar a la pelota, no se puede andar con el kayak, no se puede bajar al perro a la playa, no se puede acercar el yate o la moto a la orilla sino es por dónde ellos te lo ordenan. ¿Acaso es esto algo normal en un país libre?»
Isabel Díaz Ayuso, visiblemente emocionada tras la lectura de la misiva ha indicado que la Ley de Costas de Madrid permitirá a los ciudadanos madrileños disfrutar libremente de sus estancias en otras comunidades sin tener que acatar «leyes y normas absurdas» ya que la norma madrileña no tendrá ámbito territorial sino que será aplicable a «toda persona que pague sus impuestos en Madrid y a aquellas que dependan directamente ella». Además, Ayuso ha aprovechado una vez más para sacar pecho y ensalzar la «política de libertad» de la que gozan los ciudadanos de Madrid, frente a «tiranías nacionalistas y comunistas de lugares que, de no ser por la solidaridad madrileña, aún estarían en la Edad Media».