La Xunta de Galicia gastará en total 71 millones de euros en construír la Vía Ártabra, una carretera de tan solo 11 kilómetros que nadie sabe muy bien para qué vale ni dónde va. Conecta varias parroquias de los municipios de Oleiros y Sada con la N-VI para, supuestamente, “aligerar el tráfico” de la zona norte de la comarca coruñesa. Pero la realidad es que esta obra tan solo comunica entre sí zonas que ya lo estaban. El Gobierno gallego denomina a esto “devolver los núcleos a quien los habita”, haciendo gala de un gran sentido del humor.
Proyectada hace más de quince años, en los tiempos de la bonanza económica, esta infraestructura permanece a medio construir. Inicialmente estaba previsto que llegase a través de Cambre a la Autovía del Noroeste (A-6) y a la autopista AP-9, pero finalmente el Ejecutivo autonómico ha suprimido estas conexiones. Y parece que así se va a quedar a causa de los recortes. No obstante, esto no impide que aún hoy sea usada como reclamo publicitario y arma arrojadiza por diferentes partidos políticos. Además, en algunos tramos la velocidad está limitada a 50 kilómetros por hora e incluso podemos tardar más en ir de un sitio a otro que si usásemos la antigua carretera… kafkiano.
Resulta obvio que el problema de conexión radica en el embudo que supone para el tráfico la conexión de Coruña con su área metropolitana, el Puente Pasaje, a todas luces insuficiente y permanentemente colapsado. Y aún así la Xunta se atreve a llamar a esto “vertebrar” el territorio. Así, la Vía Ártabra, construída a un ritmo récord de menos de un kilómetro por año, no podrá cumplir la misión para la que fue ideada: aligerar el tráfico en la comarca. Y los 71 millones de euros que todos los gallegos pagaremos servirán para más bien poco.
La manifiesta inutilidad de esta obra, tan costosa como absurda, ha provocado críticas desde diversas entidades de los propios ayuntamientos que supuestamente beneficiaría. A pesar de todo, la Consellería de Infraestruturas asegura que 15.000 vehículos transitarán por la Vía Ártabra diariamente. Y el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, incluso se ha atrevido a decir que la variante de Oleiros, supondrá que 6.500 vehículos diarios dejen de pasar por el centro de este municipio.
Por si esto fuera poco, el trazado inconcluso de la Vía Ártabra prevé llegar al puerto de Sada mediante un falso túnel en Fontán. Esta obra, de nuevo inútil, implicaría además destrozar una zona de costa privilegiada y la playa de Morazón, una de las áreas más hermosas y tradicionales de la ría de Sada. Simplemente esperpéntico.
Este proyecto de carretera es uno de los mayores despropósitos de planificación que he visto en mi vida. La utilidad de este vial se limita simplemente a que los vecinos de Iñás vayan a tomar los mejillones a Lorbé, o a que los vecinos de este lugar vayan a comprar plantas a Jardiland. DEMENCIAL. Mientras tanto, los que han sufrido las expropiaciones todavía no han cobrado.