Un estudio de los peritos que investigan los desperfectos en la cubierta de la piscina de Sada no deja lugar a dudas. «Esto es obra de Calatrava», concluye Remigio Metría, director del estudio de ingeniería que dirige la reforma del vaso sadense. La prontitud con la que la estructura del techo se ha deteriorado y cómo ha colapsado nos recuerdan a la Ciudad de las artes y las ciencias o al puente de Zubizuri en Bilbao. «Que no sea blanco y no tenga tirantes no quiere decir que no haya sido obra suya», reconoce Amílcar Tabón, experto en estructuras que pronosticó, entre otras cosas, que a la Terraza de Sada le quedan «dos telediarios», y que la Marina española es en realidad «un búnker costero de principios de siglo XX».
El Concello de Sada decretó el pasado mes de enero el «cierre provisional» de la piscina municipal tras apreciar los técnicos deficiencias en la cubierta del edificio. Según la concejala de Deportes, María Nogareda, las intensas lluvias «agravaron los desperfectos en el tejado», que habían obligado ya a apuntalar una zona por seguridad. Aunque el Ejecutivo municipal señaló su intención de que el complejo deportivo permaneciese cerrado “lo mínimo imprescindible”, la realidad es que ha transcurrido casi medio año y la piscina sigue cerrada al público. «Lo que no sabíamos era que efectivamente se trataba de una obra de Calatrava», explicó Remigio Metría, para quien «la piscina «es una obra arquitectónica tan excepcional como inútil».
El Concello de Sada ya tuvo que cerrar provisionalmente la piscina municipal un par de meses en 2007 para arreglar ciertos desperfectos en la cubierta. Técnicos de la Diputación apuntaron a los materiales elegidos para su construcción, que habían ocasionado un exceso de condensación. «Ahora sabemos que la mano de Calatrava está detrás de los problemas, así que ya tenemos legitimidad para tardar el tiempo que nos de la gana en reabrirla a los vecinos», precisó Amílcar Tabón.