El Caspómetro instalado en los estudios de Televisión española, en Madrid, registró ayer por la noche máximos históricos antes de explotar. Durante la entrevista de Bertín Osborne en Telecinco al expresidente del Gobierno, José María Aznar, el aparato que mide los niveles de ranciedad de la televisión sufrió tal saturación que reventó de arcaísmo. Este sofisticado instrumento fue instalado en Prado del Rey en 1957, un año después de la fundación de la cadena estatal. La máquina había registrado sus máximos en 1999 con la emisión en La 1 de Noche de Fiesta, del inefable José Luis Moreno. Ese año, los diálogos de ultratumba de las maniquíes-presentadoras de este magacín y los chistes de tiempos inmemoriales de sus humoristas recalentaron los circuitos del Caspómetro, que en esa ocasión arrojó un 87% de ranciedad. Pero ayer, lo viejuno, lo hortera, lo cutre y lo retrógrado del programa Mi casa es la tuya provocaron niveles de caspa que rebasaron el 100% por lo que la máquina explotó y se partió a la mitad.
En el espacio presentado por el apuesto Bertín, Aznar narró sus gestas como el Timón de Occidente a lomos de su corcel llamado España. El caballero español por antonomasia, el nuevo Cid, El Presidente y su pelazo, el jugador de pádel de fuertes abdominales, el hombre que jamás se equivoca recordó sus gestas y se reafirmó en su participación en la polémica foto de las Azores. Tras esa famosa reunión con Blair y Barroso, Aznar condujo a España a la guerra de Irak y desató la alarma yihadista, cuyas consecuencias condujeron a los atentados del 11-M y todavía hoy colean. «Me piden todos los días que vuelva», afirmó un sonriente Aznar, que incluso jugó un partido de fútbol con Osborne. Durante la entrevista, regada cómo no por buen vino, Aznar y Bertín encularon cada uno un cojín, como es tradición en ese programa heredero del No-Do.
El momento en que el Caspómetro sufrió la deflagración fue cuando el apuesto Josemari, el político que habla catalán en la intimidad, Nosferatu político, exitoso conferenciante de acento texano, el salvador de la patria, reveló cómo había conocido a su amor, Ana Botella, su Dulcinea del Toboso. «El Caspómetro ha sufrido daños irreparables debido a su exposición a altos niveles de avinagramiento y habrá que construir uno nuevo porque este ha quedado inservible tras la entrevista emitida en Telecinco», señalaron desde Televisión española.