Muchos vecinos de Sada están indignados por las trabas que el Ayuntamiento ha puesto al balconing durante el confinamiento debido al coronavirus. El Concello de Sada limitó recientemente el horario de celebración en los balcones a media hora por semana y una hora los domingos. Esta polémica actividad consiste en saltar desde el balcón a una piscina o a otro balcón. Numerosos sadenses recurrían a esa peligrosa práctica de origen anglosajón para distraerse en la cuarentena, poniendo en riesgo sus vidas.
El alcalde, Benito Portela, manifestó que «deben regularse os horarios, especialmente das festas con música e deportes extremos, para para garantir o descanso da veciñanza entre as que se atopan persoas enfermas, traballadores por turnos e veciños e veciñas en xeral e por solidariedade con eles». Pero no son pocos los residentes en la Perla das Mariñas que han calificado al regidor como «dictador» y se oponen frontalmente a esta restricción.
«Reivindicamos o noso dereito a facer o imbécil as vintecatro horas do día poñendo música imbécil, proxectando vídeos imbéciles ou tirándonos desde o balcón como imbéciles, máis aínda se temos nenos na casa para darlles exemplo». Así se expresa Francisco González, DJ e imbécil, como no podía ser de otro modo, que todos los días deleita a sus vecinos con sus imbecilidade. «É unha actitude totalmente fascista por parte do Concello de Sada», añade.
Por el momento, en Sada solo se podrá hacer fiesta en los balcones todos los días de 20.00 a 20.30 horas y el domingo, a mayores, de 14 a 15 horas. Para Benito Portela, «hai que entender tamén á xente que non está para festas, que está a pasar momentos malos, polo que preferimos establecer pautas de comportamento social para que sexa máis fácil pasar estas tres semanas».