Oleiros, Ángel García Seoane «Gelo» aseguró ayer que el campo de golf de Oleiros, que se comenzará a construir antes de que termine el año, contará con un pequeño campo de concentración donde serán encarcelados los disidentes de Alternativa dos Veciños, el partido que preside. García Seoane, alcaldísimo por mayoría absolutísima, tiene el mérito de promover la construcción de hoteles de lujo y campos de golf en el municipio gallego con más ricos por metro cuadrado y decir que es comunista… consiguiendo que incluso algunos se lo crean. Los prisioneros serán internados en media docena de barracones anexos al campo de Xaz, «para limpar as súas almas e que vexan que en Oleiros os viciños e as viciñas non merecen vivir con ingratos que renunciaron ós preceptos do partido», expresó Seoane sobre los exmilitantes de su formación política, encarcelados por oponerse al régimen gelista. Una placa con el lema «O traballo faravos libres» será instalada a la entrada del campo. [caption id="attachment_5915" align="aligncenter" width="522"] Estatua del Che[/caption] Gelo, primus inter pares, a través de su régimen de terror y fomentando en todos los niveles municipales el culto a la personalidad, ha logrado llenar las calles de Oleiros de madrileños y coruñeses millonarios. También ha conseguido instalar en el ayuntamiento una especie de autocracia en la que todos salen beneficiados: el funcionariado bienpagado, esa amplia masa social de poderosos terratenientes y, cómo no, su Ilustrísima. Gelo dice ser independentista castrista, su estatua al Che es famosa en todo el mundo y su disfraz de la fiesta de carnavales es uno de los eventos del año en Oleiros. «Somos diferentes, somos singulares porque somos xente con valores e con ideais», afirma Gelo emocionado, que toca la batería y el acordeón y tocó en una orquesta. Otras de las gestas de Gelo son sus polémicos anuncios en los paneles luminosos con mensajes contra Israel, el capitalismo o los plumachos. Ángel García Seoane, hijo adoptivo de La Habana, campa a sus anchas con la radio y el periódico municipales intervenidos, mientras en los miles de parques oleirenses los operarios recortan por enésima vez el césped.]]>