Tras el envenenamiento de un tilo en Santa Cristina, el alcalde de Oleiros, Ángel García Seoane, «Gelo», ofreció 300 euros de recompensa a quien, desde el anonimato, facilite pistas para localizar al «criminal ecológico». Para identificar al autor de los hechos, el regidor bolivariano anunció la contratación del Equipo A para dar con el vecino que presuntamente intentó eliminar el árbol. Este especimen, situado entre la rotonda de entrada a Santa Cristina y la calle del Inglés, tiene más de 70 años.
El «responsable do asasinato» taladró el tronco del árbol para introducirle «líquido contaminante», informó el Concello de Oleiros. «Este tipo de delincuentes, que atentan contra o patrimonio público e o medio ambiente deben ser localizados e sancionados», añadió el Consistorio. En este sentido, valoraró la contratación del equipo de mercenarios comandados por John «Hannibal» Smith como «un reforzo de categoría a cargo de profesionais máis que cualificados, e moi mediáticos, para perseguir a toda clase de escoura». Por su parte, el comando compuesto por cuatro de los mejores hombres del ejército americano encarcelados por un delito que no habían cometido se mostró «encantado de pasar a la acción», señaló M.A. Barracus.
Para intentar frenar este tipo de atentados ecológicos, Gelo ideó en el pasado A árbore da vergonza, una escultura dedicada a los «arboricidas» y que situó delante de los lugares donde sucedieron hechos de este tipo, e incluso frente a las casas en las que había sospechas que vivía el autor. Tras comprobar que este invento no funciona, el alcaldísimo por mayoría absolutísima, líder absoluto de Alternativa dos Veciños, ha optado por ofrecer una recompensa y por contratar a los famosos «soldados de fortuna» del Equipo A.
Desde 2011 se han sucedido en Oleiros un total de 14 atentados contra árboles usando pesticidas, herbicidas, alambres, machetas y taladros. Ni el árbol de hierro ni las amenazas de multa de hasta 6.000 euros del Ayuntamiento comunista para ricos han logrado frenar estas actuaciones. En 2011 se mataron con herbicida seis palmeras en Mera, delante de un edificio al borde de la playa. Ese año también se dañó a machetazos doce castaños en el parque de As Galeras y tres plátanos en Os Regos que fueron taladrados, el mismo sistema utilizado con un árbol en Viñas de Babilonia en 2013.
En Santa Cristina se envenenaron árboles en 2012 con alambre y pesticidas y en enero de 2016 se atentó contra cuatro ejemplares, dañándole la corteza. En 2015 se mató con pesticidas un liquidámbar en Xardín de Nós. El año pasado se agujereó con taladro un plátano casi centenario frente al colegio Cristo Rey en junio, y en noviembre se cortaron tres árboles de la acera en la rúa Xustiza. Además, más recientemente un comando antigelista se atribuyó el robo de un arce de gran tamaño del parque José Martí.