Ha reaparecido. El doctor en epidemiología y futurólogo Fernando Simón, que llevaba desaparecido desde el fin de las restricciones por la pandemia del Covid, lanzó una nueva predicción de las suyas acerca de la guerra entre los terroristas asesinos de Hamás y el pobre pueblo oprimido y santo de Israel.
Simón, pillado en un bar de su barrio por un grupo de periodistas, se encaramó a la barra, se bajó los pantalones y a gritos proclamó que la guerra finalizará «el martes por la mañana a lo más tardar», y que «no habrá más muertos», además de que «se abrazarán todos en una gran orgía». A continuación, el gurú español del Covid comenzó a tener espasmos y arrojó una bilis por su boca que formó la forma de la paloma de la paz.
Simón, al que Pedro Sánchez había prometido ser ministro de Sanidad, se encuentra ahora retirado viviendo de las rentas de un negocio que tuvo de mascarillas e hidrogel durante la pandemia, aparte de elaborar horóscopos y encuestas para el CIS de Tezanos.
Las reacciones ante estas predicciones no se han hecho esperar en la franja de Gaza, donde la gente ha comenzado a huir despavorida lanzándose sobre los tanques israelíes. El gobierno socialista en funciones planea ahora lanzar a Simón en paracaídas sobre el frente de guerra a ver si consigue calmar el odio entre las masas, como ya logró durante la pandemia.
