Fareros, taxidermistas y filósofos también recibirán la vacuna del Covid-19 antes que las cajeras. Las trabajadoras de los supermercados y otras áreas comerciales recibirán así la dosis después de que el 97% de los demás oficios existentes lo hayan hecho. Según el Gobierno, «tendrán preferencia aquellas personas que en su puesto laboral mantengan contacto con el público en general» y las cajeras «desempeñan un trabajo que no entraña ningún tipo de riesgo para su salud al estar casi siempre en soledad y bajo escrupulosas medidas sanitarias».
Así las cosas, en los próximos meses recibirán el medicamento alcaldes del PP, policías, sanitarios, guardia civiles, militares, profesores, bomberos, funcionarios de prisiones, taxistas, constructores, obispos, fisioterapeutas y ganaderos. Y a esta lista habrá que sumar ahora fareros, filósofos y taxidermistas. Las cajeras «tendrán que esperar a que sea preservada antes la salud de los operarios de oficios esenciales, que están en primera línea de exposición al virus y en contacto con el público», explicó el Gobierno.
Todos esos oficios que recibirán la vacuna de forma prioritaria forman parte de la categoría de «servicios especialmente críticos» que establece la Estrategia de Vacunación para colectivos que tiene una «función esencial para la sociedad y efectivos limitados y difícilmente reemplazables».
La previsión es que las cajeras reciban la vacuna «dentro de dos o tres años como mucho, cuando ya no supongan ninguna amenaza para nadie», explicó Fernando Simón, el director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias. Después, es previsible que se inoculen la vacuna de AstraZeneca, que en España solo se podrá a personas menores de 55 años. Si superan esa edad, se les deberá administrar la vacuna de Pfizer o de Moderna.
La prescripción de que que la vacuna de la Universidad de Oxford se administre solo a la población más joven -de 18 a 55 años- ha provocado que la estrategia d vacunación tenga que partirse en dos, entre quienes deben recibir la de Pfizer y Moderna -con la tecnología de ARN-mensajero- o la de AstraZeneca, una vacuna clásica que inocula un virus destruido o debilitado y que no está demostrado que sea efectiva en la población de más edad.
Por eso, además de decidir a quién inyectar la vacuna británica, la Comisión de Salud Pública tiene también ante sí determinar con qué grupo de población continuar la vacunación entre la población más mayor, más vulnerable o más expuesta, los criterios para administrar las dosis de Pfizer y Moderna.
Personas de 70 a 79 años
Para ello, los directores generales de Sanidad del Ministerio y las comunidades autónomas tienen ya sobre la mesa una recomendación de los expertos que forman la Ponencia de Vacunas que indica que se debe continuar con las personas de entre 70 y 79 años, más que por quienes son consideradas de riesgo alto o muy alto de sufrir complicaciones por la Covid debido a otra patologías.
Los expertos constatan que la edad es el factor que, con mucho, más influye en que el coronavirus derive en un estado grave o en el fallecimiento. Lo es, aseguran, más que padecer enfermedades como la diabetes. También recomiendan empezar a inyectar ya las dosis de Pfizer y Moderna entre los grandes dependientes.