El rey emérito se tiró hoy un pedo en Sanxenxo mientras tomaba el aperitivo en el Club Náutico de esa localidad pontevedresa. El gas surgió abruptamente, con escasa sonoridad pero resultando muy odorífero, según testigos presenciales. Estos hechos se produjeron después de que el Bribón 500 saliese a navegar ayer, en la primera regata de la Copa del Rey de Vela que se celebra este fin de semana en Sanxenxo. Lo hizo sin el rey emérito a bordo, pese a que se esperaba que ejerciese como patrón.
Serán ocho equipos y siete en competición con el Bribón de José Cusí defendiendo el liderato de la general frente a su principal rival, el Titia. El ex monarca abandonó la casa de su anfitrión, Pedro Campos, que conducía el vehículo en el que entraron directamente hacia el espigón del puerto. En el asiento del copiloto, Juan Carlos saludó a la prensa congregada en las inmediaciones del club pero, un día más, no hizo declaraciones. Ya en el muelle, Juancar permaneció en el interior del coche mientras la tripulación participó en la prueba sin su presencia.
Es su segunda visita a España desde su marcha a Abu Dabi (Emiratos Árabes Unidos) en agosto de 2020. Una vez más la expectación ha marcado su visita con decenas de vecinos, fotógrafos y periodistas en guardia desde primera hora de la mañana en Sanxenxo. La previsión es que su estancia en Galicia esté marcada por la discreción, después del malestar que causó en el Gobierno su publicitada visita anterior y su negativa a dar explicaciones por su comportamiento personal motivado por las irregularidades fiscales que cometió en los últimos años de su reinado.