El PSOE de Sada, cuyo tránsfuga José Luis Santamaría ayudó a recuperar la alcaldía al PDSP en 2004, guarda «una bala similar en la recámara por si acaso». Así lo aseguran fuentes de los socialistas sadenses, que aseguran que «con una candidata clavada a Mayim Bialik, la actriz que hace de Amy en Big Bang Theory, nada puede fallar», en referencia a Raquel Bolaño. Hace quince años, la venta del mencionado edil socialista Santamaría hizo que el monchismo regresase a la Alcaldía de Sada. Tras volver a perder el Gobierno local en 2007, en las siguientes municipales de 2011, Ramón Rodríguez Ares consiguió gobernar al lado del popular Ernesto Anido, hasta que la relación entre ambos se rompió definitivamente. En 2015 un pacto entre fuerzas de izquierda arrebató la alcaldía al tándem Moncho/Anido e hizo regidor a Benito Portela.
Moncho para los amigos, se hizo famoso por lemas electorales de la talla de “Moncho es mucho”, “Moncho y Sada, qué pasada”… o “Tú ya sabes”. También por decorar su despacho con una bonita fotografía de Franco, o por echarle los cuernos a una sentencia del Tribunal Superior de Xustiza de Galicia. Tras su reinado despótico, en el que la especulación urbanística, la corrupción y el nepotismo fueron la tónica habitual, perdió las elecciones en el año 2004. Ares, primus inter pares, recurrió entonces a una artimaña efectiva y delezbale: presentar una moción de censura a través de la compra del hasta entonces portavoz socialista, José Luis Santamaría. Así, el voto del tránsfuga se sumó al de los ocho concejales del PP, en la oposición del Ayuntamiento. La moción fue desautorizada por las direcciones del PP y del PSdG, pero salió adelante. La prensa nacional no dudó en calificar a Rodríguez Ares como “el último cacique” y Sada quedó convertida definitivamente en “la Marbella gallega”.
José Luis Santamaría, popularmente conocido como “tránsfuga das Mariñas” u “O peseteiro”, podría ser inhabilitado como médico y pasarse de 3 a 6 años a la sombra por un supuesto fraude al Sergas de 15.000 euros, junto a la farmacéutica de Sada Isabel Osorio y Ramón Cacabelos, director de la clínica privada Euroespes. Al parecer, entre los tres tendrían montado un tinglado ilegal para lograr medicamentos gratis con fotocopias de las cartillas de ocho pensionistas, pacientes del centro de Cacabelos. El asunto comenzó a desvelarse cuando el médico (y tránsfuga en sus ratos libres) levantó sospechas al ser el que más recetas firmaba de todo Galicia.
Santamaría reconoció haber expedido once millones de recetas en un año, con lo que implicaría que se pasase firmando 20 recetas por minuto, eso trabajando las 24 horas de los siete días de la semana. Lo más curioso es que el imputado alegó en su defensa que lo hacía “para ayudar a los viejos”… él, que ha sido siempre una persona con una moral intachable, tan preocupada por ayudar al prójimo. El ex-concejal y médico filántropo también se hizo pasar por el alcalde accidental del municipio, firmando un documento que facilitó la venta de una casa que la Xunta había ordenado demoler desde hacía años. El ese momento, el alcalde de la villa era Ramón Rodríguez Ares, que desempeñaba su tarea con normalidad. Con un par.