Tenía una manada en su propia casa. Una vecina de Sada ha denunciado a sus dos canes, un rotweiler y un foxterrier, acusándoles de abuso sexual grupal. El pasado jueves la pareja de perros aprovechó que ella estaba dormida para inmovilizarla y practicarle una doble penetración, anal y vaginal, después de haberle hecho con alevosía sexo oral ambos a su dueña antes de que despertase.
Ambos animales han sido puestos a disposición judicial, pero como son menores de 18 años, Menas (Mascotas Menores no Acompañadas) carecen de responsabilidad penal, por lo que por el momento se encuentran en las dependencias no de la perrera municipal, sino de la sociedad protectora de animales y plantas.
Las reacciones, encontradas, no se han hecho esperar, y un grupo de feministas armadas con antorchas han acudido a la puerta de la perrera para impartir justicia, por su mano, al grito de “yo sí te creo, hermana”. Pero allí se han encontrado frontalmente con miembros del PACMA, que defendían la inocencia de los animales, y se ha producido una reyerta entre ambos colectivos que se ha saldado según fuentes municipales con diez policías locales heridos, aunque los únicos dos miembros de este cuerpo del orden que tiene Sada se encuentran de baja laboral desde hace dieciocho meses por migrañas y no estaban allí.
Los perros habían sido adoptados por la afectada en la protectora de Vigo, donde habían nacido, por lo que tienen la nacionalidad portuguesa y no española, lo que ha llevado también a integrarse en la polémica a Vox, que pide su deportación inmediata o sedación.