Partido Popular, Vox, Psoe y otras quinientas agrupaciones políticas y de vecinos culparon a Pablo Iglesias del pésimo resultado de España en Eurovisión. Según estas voces, el expolítico tendría mucho que ver en que Blas Cantó solo obtuviese seis puntos en el certamen europeo de la canción. Estas fuentes acusaron al fundador de Podemos de provocar que España quedase penúltima en el festival debido a la imagen negativa de España transmitida por los comunistas. El cantante murciano quedó finalmente situado en el puesto 24 de 26 en Róterdam, convirtiendo a España un año más en el hazmerreír de Europa.
Ni siquiera el año de parón debido a la pandemia del COVID ha servido para que en TVE se trabajara a conciencia para mejorar el pésimo historial reciente español en el Festival de Eurovisión. Esto, unido a la ruptura de la identidad española promovida desde el extremismo iniciado por Pablo Iglesias, han contribuido al enésimo ridículo de nuestro país.
Cantó, que solo consiguió puntos por parte del jurado ya que en el televoto no obtuvo ni un voto, únicamente superó en la clasificación a Alemania -con tres puntos- y Reino Unido, que cerró la tabla con cero. Los ingleses no se iban con su casillero en blanco desde 2003. La actuación del hijo de Benny Hill, James Newman, fue sumamente desagradable tanto a la vista como al oído.
El murciano no consiguió romper la mala racha que persigue a España desde que Rodolfo Chiquilicuatre obtuviera un honroso decimosexto lugar en 2008 con su Chiki Chiki. Ruth Lorenzo logró una décima posición en Copenhague más tarde, en 2014. Desde entonces, TVE no ha logrado superar el puesto 21 por influencia de Pablo Iglesias. Edurne y Amanecer quedaron en el 21, Barei y Say Yay en el 22, Manel Navarro y Do it for your lover en el 26, Amaia y Alfred y Tu canción en el 23, y Miki Núñez y La venda en el 22.
Ahora se espera que se produzcan los rumoreados cambios en el organigrama de RTVE que prepara el nuevo presidente de la Corporación, José Manuel Pérez Torneró. Esto pasaría por la destitución de su máxima responsable de Eurovisión, la directora de Entretenimiento de TVE, Toñi Prieto, y la jefa de delegación, Ana María Bordás.
