Muchas facetas de la personalidad del presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, están siendo analizadas durante estos días debido a su crucial papel en la virtual independencia de Cataluña. No obstante, lo que muchos investigadores desconocen son los más profundos orígenes rockeros del político y periodista nacido en Amer (Girona) en 1962. Ya sabíamos que Carles era un gran guitarrista y buen cantante los que tuvimos la fortuna de verle como artista invitado de la banda Sopa de Cabra en 2016.
También es un secreto a voces que el president es un gran amante de los Beatles, de lo que da fe esa característica melena que ya lucía en sus tiempos mozos. Motörhead, Guns and roses, Bob Dylan o Jimi Hendrix son otras de sus influencias reconocidas. Carles comenzó a los 16 años en el mundo de la música como bajista del grupo Zénit en su Amer natal. Hasta aquí la historia conocida, porque Carles Fabra y Joan Antoni Estades acaban de publicar Puigdemont, el diablo rockero (Editorial Leviatán), que traslada al gran público la peculiar historia de una efímera estrella en una de las bandas más conocidas del rock español.
Y es que Puigdemont militó como guitarrista en la banda de rock catalán Los Diablos en 1982, cuando contaba con tan solo 20 primaveras. Durante cuatro años, el político independentista formó parte de una de las bandas más míticas del rock español, con la que recorrió toda la Península y parte del extranjero «Era un guitarrista excepcional, siempre atento a cualquier fallo y dispuesto a improvisar corriendo con todos los riesgos si era necesario», narra Agustín Ramírez, cantante de la banda de Hospitalet de Llobregat. «Te cubría si notaba que algo no funcionaba, era un excelente compañero», añade el compositor de la inmortal Un rayo de sol, la canción del verano por antonomasia.
«Tocaba como los ángeles a pesar de que era prácticamente autodidacta, transmitía mucha serenidad sobre el escenario a pesar de que era un chaval al que no nos tomábamos demasiado en serio», admite el bajista Amado Jaén. «De hecho tenía algunas composiciones brutales que nunca quisimos añadir al repertorio oficial de la banda», recuerda el miembro de la banda que en su época eclipsó a otras de la ciudad condal como Los Sirex, Los Mustang, Lone Star o Los gatos negros. «Si había que quedarse un par de horas más a ensayar él no rechistaba, pero sin embargo cuando se trataba de irnos de juerga era el primero en irse a la habitación del hotel a dormir y por eso nunca acabó por integrarse del todo», afirma Jaén.
«En un concierto en Barna conoció a aquella chica rumana por la que se volvió completamente loco», explica el batería Oriol Cot en referencia a su actual esposa, la periodista Marcela Topor, extrabajadora como traductora en la Agencia Catalana de Noticies. «Lo dejó todo por ella, los ensayos, el rock, las canciones, y comenzó a meterse cada vez más en temas de política… que a nosotros nos interesaban más bien poco, hasta que decidimos decirle un día que se largara», asevera el músico. «Era un buen tío a pesar de todo, no le guardamos ningún rencor», revela. De hecho, la banda le dedicaría más tarde el tema Mi cocha pechocha. Y este fue el fugaz paso de Puigdemont por Los Diablos, que abandonó el oropel y el rock and roll por el amor. Podría dar para una buena canción.
Esta noticia firmada por Wilson Palleiro, es completamente falsa, ademas los componentes de Los Diablos Agustin Ramirez (cantante) Amado Jaen(bajista y autor) Oriol Cot (bateria) jamás han hecho estas declaraciones.