El expresidente del Gobierno, José María Aznar, confirmó ayer que está poseído por Satanás. «Efectivamente El Maligno está en mi interior y tengo que decir que es un señor la mar de simpático y no como esos independentistas que pretenden romper la unidad nacional de España», declaró tras la performance realizada por el PP en la plaza de Felipe II en Madrid. Numerosos satanólogos alertaron en los últimos días de que el mal estaba absorbiendo la poca humanidad que le quedaba en el rostro a Aznar, ya totalmente transmutado en el mismo rostro de Satanás. «Si le pones dos cuernos en la cabeza tienes la cara de Belcebú», señaló la mística Agnes Dupont, propietaria de un gabinete de cartomancia. «Me regocijo en ti, oh, Ángel caído, rey de la podredumbre y de todo lo abyecto», afirmó José María Aznar.
Aunque el reino de los Cielos continúa en manos de Dios, al demonio lo domina su soberbia e intenta permanentemente arrebatarle al Señor su reino. «Nosotros en el Partido Popular hemos realizado una labor patriótica a favor de España impecable y no nos hemos equivocado en absolutamente nada, así que ya están ustedes tardando en vender su alma», indicó el Diablo a través de Aznar. Dios arrojó a satán y a sus secuaces al averno para que gozasen martirizando a los seres humanos eternamente tras castigar al hombre por una nimiedad, por la glotonería de Adán y Eva. Premió en cambio al diablo con una regalía eterna en los infiernos. Tal es la naturaleza del Dios caprichoso del cristianismo.
No se trata de la primera vez en que José María Aznar resulta poseído. En el pasado un demonio con marcado acento norteamericano se apoderó del expolítico, que salió en las televisiones de medio mundo hablando en esa lengua extraña. Aznar también se sintió extrañamente atraído por los independentistas vascos e incluso llego a hablar catalán en la intimidad cuando un diablo del Granollers llamado Urbigothz se apoderó de su cuerpo. «No vamos a aceptar la amnistía que pretende Puigdemont y que Pedro Sánchez estaría negociando ya que es un ataque sin precedente al estado de derecho y a Bafometh, porque no procede sólo de los enemigos de la Constitución ni de Dios sino de un partido que tiene la obligación de defenderla y no lo hace». indicó Josemari.