Como si fuera Bob Beamon brincando sobre el tartán del estadio olímpico de México D.F, José Luis Martínez Almeida –cuya participación en el remake de Cariño he encogido a los niños ya está confirmada-, destrozó ayer un récord mundial que parecía imposible de batir. El actual alcalde de Madrid y gran esperanza blanca del Partido Popular pulverizó la marca mundial absoluta de no follar. Increíble.
Este récord contabiliza el tiempo transcurrido entre la primera relación sexual de un ser humano con otro, con un sacerdote o con un pastor alemán, y la segunda, ya sea por la fuerza, voluntariamente o previo pago. Almeida no folla desde que perdió la virginidad con un fraile salesiano drogado con pellote, allá por su juventud más lejana, y no ha conseguido consumar desde entonces a pesar de sus miles de intentos, incluso con profesionales del sexo, que se niegan sistemáticamente a satisfacerlo a causa de su rostro y de su verbo coñazo hasta provocar el suicidio. La mafia búlgara de la Colonia Marconi tiene prohibida su entrada a la zona porque las putas huyen aún amenazándolas de muerte cuando Almeida aparece en su Masseratti. El récord anterior lo ostentaba la Infanta Elena, toda una especialista en la disciplina y que renunció a que la marca fuera más inalcanzable tras forzar a tres guardias reales de una sola vez mientras su padre los encañonaba.
Gracias a estas credenciales, el futuro mesías del PP optará, y con muchas papeletas para ganarlo, al nuevo Premio Nobel de Adefesios, galardón que recientemente ha creado la Real Academia de las Ciencias de Suecia, y que cuenta con una terna de candidatos de lujo: Almeida, el príncipe Carlos de Inglaterra y Rita (Pitita) Maestre, curiosamente la gran rival podemita del alcalde de Madrid, que recientemente ha ganado el Globo de Oro 2021 a la cara de pedo, lo que le ha facilitado enfrentarse a su némesis carca también en la consecución de tan alto reconocimiento mundial. ¿A qué quieres que España te gane?
