La profunda reestructuración del comercio en nuestro país ha hecho aflorar en los últimos años nuevas tendencias de consumo que están revolucionando el mercado. Las tradicionales rebajas, por ejemplo, tan populares en estos días de verano, han dado paso casi de forma unánime a nuevas formas de venta como las repajas. Esta nueva tendencia, procedente de los Estados Unidos, ofrece la posibilidad de gozar de una buena masturbación al tiempo que se realizan las compras de turno. «¿A quién no le apetece cascarse una buena paja mientras está comprando?», afirma Severiano Losada, seo de Holding Purchase Comerce. «El decir que prefieres quedarte en casa meneándotela ya no es disculpa para no querer ir a los centros comerciales», añade.
Diversos establecimientos acaban de poner en marcha programas masturbatorios pioneros en nuestro país como las denominadas «cabinas del pajote». Se trata de pequeños receptáculos para dos personas como máximo donde es posible autosatisfacerse o que otra persona lo haga por uno. «Están totalmente higienizadas y se limpian al momento después de cada uso», comenta Losada. Disponen de más de cincuenta canales de vídeos eróticos de variada índole y temática, juguetes sexuales, el kamasutra y los más variados aditamentos. Prostitutas de alta gama y de variados espectros ofrecen sus servicios si el cliente lo desea. En algunos casos las meretrices son gratuitas, al ponerlas a disposición de los clientes los propios locales. «Hay putas y putos de variada tendencia y para todos los gustos, todo para satisfacer a los señores clientes y sus gayolas», asevera Severino Losada.
«Esas imágenes arcaicas de los maridos cargándole las bolsas a su mujer son historia, ahora pueden relajarse y tirarse una gallarda sin problemas para comprar de forma más eficiente», explican desde Holding Purchase Comerce. «Y ellas tampoco tienen disculpa, además de expertos profesionales del sexo tenemos a su total disposición el nuevo satisfyer y todo lo que nos soliciten», precisa Severiano Losada. «Es un nuevo comienzo para el mundo comercial y las pajas», concluye.