«Nada es imposible», ha declarado el filántropo, rentista, hombre más vago del hemisferio Norte, pillastre encantador y líder de Vox Santiago Abascal, preguntado por los rumores que apuntan en las últimas horas que estaría en conversaciones con Pedro Sánchez para darle su voto favorable en la investidura a presidente del Gobierno. Abascal ha dejado la puerta abierta a «que me llegue una oferta convincente», como por ejemplo «un ministerio, el ministerio de asuntos varios».
El líder voxemita parece ser que querría un ministerio que constase de una hamaca y un sueldo de muchos ceros para él mismo, siguiendo así con la línea que ha marcado toda su vida laboral. Tampoco haría ascos a poder dar órdenes a unos esclavos y a lo habitual que los políticos de todo signo piden como complemento: una carretilla de escama colombiana al mes.
Una mayoría del grupo socialista apoya acceder a las pretensiones de Abascal y así no tener que contar con Carles Puigdemont, que exige que todos los socialistas le hagan mamadas diarias por turnos en Waterloo simplemente para empezar a hablar. Santi Abascal se muestra sin embargo mucho más receptivo a propuestas si siempre van acompañadas de cheques porque «los socialistas para el sexo me dan bastante asco, mejor que me paguen las prostitutas y santas pascuas», afirmó el mandamás de Vox en rueda de prensa por Tiktok. Su alocución fue retransmitida desde el patio de su casa mientras disparaba a varios senegaleses que corrían por su patio, enviados por Grande Marlaska para agasajarle.