El pasado día 15 de junio se cumplieron dos años ya de la muerte de Nick Knox, probablemente uno de los mejores baterías de la historia. Maestro del ritmo, sabio del backbeat, gigante del pulso que da vida a ese monstruo llamado rock and roll. De aplastante carisma, legendario músico de fondo del escenario que con su presencia invade todo el ceremonial.
Maestro chamán, te conjuras a golpe de tam-tam. Que suenen campanas, invocad a Lux y que el ritmo reverberado de la batería se tatúe en nuestras almas ya emponzoñadas de rock and roll. Hace ya casi dos años se marchó el mejor batería de todos los tiempos y el mundo no se ha enterado. Y… ¿sabéis una cosa? Mejor así.
¡Qué ironía!, su fallecimiento coincidió con el de otro grande batería de la vieja escuelal, el gran DJ Fontana. Otra de las primeras estrellas de la batería de rock and roll. Desde aquí nuestro pequeño homenaje.