Cuando quitas toda la mierda presuntuosa
y solo dices lo que tienes que decir,
cuando no hay lugar a la interpretación
ni todas esas gilipolleces.
Me gusta mirar las bragas de las niñas cuando se elevan ante mi,
majestuosas,
vaginas majestuosas,
en las escaleras mecánicas de los centros comerciales.
Cuando escribes teniendo presente tu muerte
y tu polla palpita de vida,
exhultante,
cuando sabes que has encontrado ese verso
que te gustaría que pusieran en tu tumba
como epitafio.
Tuve un profesor que nos ostiaba en clase, don Enrique,
me dio clases de matemáticas en Boiro, el muy hijo de puta,
ir a clase era como ir al campo de concentración,
espero que se haya muerto ya.
Cuando quitas todo ese barniz de léxico inútil y toda esa basura que enseñan en las clases de literatura,
cuando sabes que has vaciado tu alma un poco y puedes respirar tranquilo
unos instantes,
cuando has dado exactamente en la clave y miras la luna satisfecho
entonces puede ser que
a
lo
mejor
hayas hecho poesía.
Qué grosero.