Mis pelotas rebotando contra tu frontón, mujer.
Plop-plop-plop-plop.
Hasta que te corres, amor.
Yo no lo hago porque soy uno de esos cristianos modernos que escriben en Twitter ocurrentes frases para predicar tu Palabra, Señor.
El semen de los cristianos es un regalo divino, Padre.
Así que me correré ahora sobre una estampita del Sagrado Corazón de Jesús.
Me corro sobre Jesucristo.
Tómala toda.
Amén.