Internet es “libre”, me refiero a libre en el sentido de que es la red de comunicación que utilizamos cada día para conectarnos con nuestros dispositivos a diferentes servicios: correo electrónico, redes sociales, preparar nuestras vacaciones, estudiar, trabajar, leer noticias y un largo etcétera. Las ventajas y bondades de Internet son múltiples, ha sido el impulsor, para bien o para mal, del acceso inmediato a cualquier tipo de información diaria, con la ventaja de que tú eres el que decide a qué acceder, qué ver y cuándo.[quote align=»right»]La red neutral es aquella que permite comunicación de punto a punto sin alterar su contenido.[/quote]
Actualmente Internet está regulada por el principio de que todo el tráfico de banda ancha debe ser tratado de igual manera y no se puede reducir la velocidad o bloquear a nadie. Es lo que se llama la neutralidad de la red.
La neutralidad de la red no es más que la libertad de tener acceso a cualquier tipo de información o uso de aplicaciones, es fundamental para nuestro progreso y desarrollo y es deseable que continúe siendo así.
Cualquier ciudadano que contrate acceso a Internet -ya sea mediante datos de la operadora móvil o lo instale en su casa- tiene pleno derecho y acceso a todo tipo de contenidos. Pero… ¿Y si este concepto fuese a cambiar?, ¿qué ocurriría si tuviésemos acceso en función del contenido que visitásemos?
El regulador de las telecomunicaciones en EE.UU., la FCC (Federal Communications Commission) tiene el objetivo de priorizar el tráfico en paquetes, es decir, dividir el tráfico por niveles dependiendo del tipo de contenido que consumamos. De esta forma, si intentaras acceder a Youtube, por ejemplo, tu proveedor de Internet entendería que el tráfico de datos es mayor y tendrías que pagar un plus para acceder a ese tipo de contenido.
http://youtu.be/oo1PUPmeUVM
Este es el panorama que encontraríamos si la propuesta sigue adelante. No nos equivoquemos pensando que esto se va a quedar en los Estados Unidos, ya que una vez se apruebe será la excusa perfecta de las grandes operadoras para llevar sus propuestas a sus respectivos países. Esto sería el fin de Internet tal y como lo conocemos ahora mismo. Además, no solo perjudica a los usuarios sino también a grandes empresas que, en función del contenido que ofrezcan, tendrán que pagar un plus a los proveedores de Internet.
Una Internet abierta, neutral y rápida ha provocado una explosión de innovación en todos los campos, desde las compras hasta la forma en la que intercambiamos ideas y debatimos cambios políticos potenciales. Pero ahora sus principios fundamentales están bajo amenaza. Es hora de que los usuarios tomen medidas para proteger nuestra Internet.
Más de 150 empresas de los llamados «gigantes» de Internet, incluidos Google, Yahoo o Microsoft, han enviado una carta conjuntamente mostrando su disconformidad con esta regulación. También países como Chile, Ecuador, Brasil o Países Bajos han reforzado sus leyes a favor de la neutralidad: «Hacer uso de cualquier aplicación o servicio legal disponible en la red de Internet, con lo cual el servicio que ofrezcan los prestadores de los servicios no deberán distinguir ni priorizar de modo arbitrario contenido, servicios, aplicaciones u otros basándose en criterios de propiedad, marca, fuente de origen o preferencia».
Esperemos que por el bien común, el avance y el desarrollo de Internet, esto no llegue a suceder. Estaremos atentos.