Glory Hole en Coruña

Y allí nos fuimos… Nicolás, mi colega Nacho y yo, a pesar de que el precio superaba de largo los 50 euros que tradicionalmente se pagan por esta práctica. Al llegar al sitio en cuesión donde nos limpiarían el sable nos quedamos acojonados. Lo que nunca habríamos imaginado era que el agujero del pecado estaba radicado en el edificio Conde de Fenosa, en el puto centro de Coruña, un lugar donde vive la gente guay de esta ciudad podrida, como el exalcalde Carlos Negreira, sin ir más lejos. Además se trata de un lugar muy polémico, que la justicia ha ordenado demoler parcialmente para restituir su forma original. [caption id="attachment_5283" align="aligncenter" width="646"] Edificio Conde de Fenosa, en Coruña[/caption] El caso es que subimos hasta una planta que omitiré por discreción. Sin llamar a la puerta, Nicolás mandó un sms y a continuación nos abrió la puerta una imponente mulata con acento inglés. Jennifer comenzó a sobetearnos los huevos sin ni siquiera preguntarnos los nombres, tras cobrarle a nuestro guía lo estipulado previamente por teléfono. El lujoso piso estaba decorado a todo trapo, con muebles que parecían del siglo XVI, Mirós y Picassos colgados en la pared y un mueble bar con auténtico mármol de Carrara, como nos explicó la propia Jenny. Tras invitarnos a un baño masaje con aceites relajantes, nos separó para conducirnos individualmente al ansiado encuentro con la Gloria. Yo escogí a Jessica, una mujer polaca de 35 años, según el panel informativo, que me realizó la mejor felación que me han hecho hasta el momento. Todavía me estremezco al recordarlo. Me sorprendió que, además del agujero pata el miembro viril, mi camarote estaba dotado con otro agujero por el que podía introducir el brazo y sobetear diferentes partes de la anatomía de Jessica, a la que incluso pude ver parcialmente en un par de ocasiones mientras duraba nuestro fugaz encuentro. Slowly, slowly!!, me repetía entre risitas nervisosas ante mi gran estado de excitación. Repetiré, en cuanto ahorre un poco.]]>