Dices que quieres ser el rey de todos los españoles. Mientes, porque en vez de escucharnos prefieres que la oligarquía te coloque apresuradamente en el trono. Felipe Sexto, Felipe VIH, enfermedad de transmisión estamental. Tu discurso es tan rancio que parece de coña. Así nos lo hemos tomado todos, ¿tú también, verdad? Si pusiéremos las imágenes en blanco y negro parecería la España casposa de hace cincuenta años, porque es casi la misma España, la del No-Do y el Generalísimo y otros amiguitos de papá. Pero hay que ver qué bien te sienta el fajín. No importan los chanchullos de Urdangarín y tu hermana ni otros turbios asuntos en torno al mataelefantes. Elefantes blancos.
Muchos guardábamos la recóndita esperanza de que la Transición empezase por fin, de una vez. Pero no ha sido así. Todo sigue igual. Los muchachos del PPSOE se han bajado los pantalones una vez más ante esa reducida élite de privilegiados que ha esquilmado el país. Como tú has hecho, Felipe VI. Hablas de una españa moderna y del siglo XXI disfrazado de paje, rodeado de octogenarios que se aferran a la poltrona, en un escenario medieval. Desde un teatrillo sólo para invitados VIP te atreves a hablarnos de una monarquía renovada pero apesta a naftalina. Atrasemos quinientos años los relojes. Una coronación con cócktel privado donde no entran las cámaras. Seis millones de parados e invitas a comer gratis a las dos mil personas más ricas de España. ¿Cuántos imputados habrá en esa comilona? ¿Qué ocultáis? ¿Acaso no dices ser el rey de todos? ¿No debía ser la fiesta del pueblo? Dices que en España cabemos todos, ¿también los negros que saltan las vallas con concertinas?
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Dicen que eres un monarca muy preparado. Felipe «El Preparado». Es verdad. Has leído el discursito del tirón, respetando las pausas. Y el traje te sienta de maravilla. Incluso has metido alguna palabrita en galego, catalán y euskera para rematar la faena. Impresionante. Un detallazo. Y en La 1 nos han aburrido con su estupidez contándonos la milonga de lo abarrotadas que estaban las calles de una Madrid desierta para jalear a un nuevo rey impuesto. Una ciudad vacía de esperanza, que se llenó cuando miles de personas reclamaron un referéndum. ¿Orgullo y satisfacción? Impagable la imagen de unos decrépitos González, Aznar y Zapatero… la tríada truhanera. Y qué decir de Leonor y Sofía… Ya tienen ofertas para protagonizar varias películas de terror.
Pero lo mejor es cuando has hablado de principios morales y éticos. Ahí ya sí que nos has dejado sin palabras.
