No estamos rebosantes de felicidad, somos náufragos en un país que cada día se proletariza más. No estamos contentos en absoluto porque no tenemos motivos para ello. No estamos pletóricos, estamos rodeados de inmundicia. Solo esbozamos una leve sonrisa porque seguimos con vida en la lucha. A pesar de los putos especiales de Nochevieja de la tele, a pesar de Ane Igartiburu y Ramón García, a pesar del reguetón… Feliciano 2015.