Queréis culos y tetas,
apocalipsis carmesí,
coches de gama alta,
guerras de destrucción florida,
políticos ladrones trajeados,
ejércitos que aplastan,
devastación bursátil,
licenciados de universidades públicas de camareros
y fútbol en pantalla gigante.
Queréis masas de pobres vagabundeando alrededor de vuestros barrios privados,
ginebras de nombre impronunciable en vaso bajo ancho,
bombas atómicas explotando,
misa los domingos,
putas de lujo,
oropeles ideológicos,
diamantes pulidos a sangre,
la justicia hecha a medida,
agujeros de culos menores de edad.
Queríes la cólera y la indignación de los oprimidos,
cazar tigres y elefantes,
vuestros hijos en vuestros puestos,
dar donativos a las monjitas una vez al mes,
contratar otra empleada doméstica peruana,
vísceras paquistaníes sobre el asfalto
y regodearos en la miseria ajena.
Sí, queremos todo eso, todo menos los putos gintonics, me da grima la gente que los prepara en casa pagando tres euros por una tónica. Hay que hacer algo contra el gintonic, alguna protesta rodeando la fábrica de Gin Larios o algo así, gobiernan el mundo desde ahí.