Tengo un caleidoscopio de cuando era pequeño. Mirabas allí dentro y veías figuras geométricas de vivos colores que iban dando vueltas según lo ibas girando. Ahora han perdido todo su resplandor, los colores son pálidos y las formas apenas se adivierten. Yo las adivino porque las he memorizado. Es triste poder recordar tan sólo sus siluetas y fulgor. Y a quien lo mira por primera vez no le parece tan patético porque nunca conoció aquellos brillos rojos, amarillos, azules… que te ponían de buen humor porque sí. Los colores están en mi interior, se han quedado ahí en suspenso. Nunca he visto otros que se pudieran comparar. He envejecido y no he aprendido una puta mierda.
Tengo 56 euros para llegar a fin de mes. En la tele hablan de la inminente coronación de Felipe VI. Llevo treinta años sin sorprenderme por nada. Finjo que no es así para no parecer desagradable a la gente que aprecio. Hoy los diputados votarán en el Congreso a viva voz el proyecto de ley orgánica de abdicación de Juan Carlos I. Es un mero trámite para permitir la sucesión de la Corona al príncipe Felipe. Un paripé. Nadie se sorprenderá cuando el nuevo monarca sea legitimado a nivel institucional. Porque lo que es en la práctica va bastante justo de legitimidad. Podría decirse incluso que nace de forma indigna, de espaldas totalmete al pueblo. Felipe VI El Indigno. Soberanía nacional, ¡qué chiste! Se ganaría el respeto de todo el mundo si le echase un poco de valor a la cosa y dijese: «Un momento, quiero ser el rey de todos los españoles pero de verdad. Así que deseo que se celebre un referéndum». Pero todos sabemos que eso no va a pasar. Felipe VI El Cobarde. El caleidoscopio está descolorido, sólo muestra una gama de colores grises.
Por lo menos ahora tenemos personas que nos explican con claridad en qué consisten los procesos políticos que a algunos no les interesaba difundir. No nos sorprenderá ver a Mariano Rajoy y a los diputados del PP defendiendo la puñetera ley orgánica… ni tampoco ver a los supuestos socialistas bajándose al pilón de la derechona más rancia. Ambos, la oligarquía bicéfala, el PPSOE, podrán presumir de pasarse por el forro en unos segundos las legítimas reclamaciones de millones de españoles que desean que la Transición empiece de una puta vez en esta monarquía parlamentaria patatera. Felipe VI El Derechón. Y el caleidoscopio ni siquiera gira ya.
Necesitas úrgentemente ver el telediario de 13TV, unos cuantos días seguidos. Es la única medicina posible que puede curarte esas opiniones tan de extrema izquierda nociva. Lo mejor de todo es que si se votase saldría monarquía. La última esperanza que nos queda es que se destape el affaire que tiene Letizia con Molrock, que las hijas son en realidad de él, y que Felipe lleva años liado con Kiko Narváez, destapar esas tapaderas es lo único que puede conseguir llevar a la opinión pública hacia la república, porque bajarse al pilón del antiguo delantero del Atlético es una de las cosas más ruínes que han hecho los Borbones, más aún que el asesinato premeditado de Juan Carlos con su hermano y con su primo para que no le hicieran sombra.