A finales del año pasado moría el gran Joe Cocker. Pero las leyendas no mueren. Y hablando de leyendas, me gustaría contaros una de mis historias de canciones favoritas. Precisamente la preciosa You are so beautiful es un tema que nace de la pasión más pura e inmediata, como deben nacer las canciones.
Durante una agradable noche californiana, hace ya tiempo, una fiesta entre amigos y colegas músicos derivó en la típica improvisación musical sin complejos y con el propósito de divertirse y dar rienda suelta a esa gran forma de comunicación que es la música. El eternamente joven batería de los geniales Beach Boys, Dennis Wilson, no dudó en sentarse al piano y dejar fluir los sentimientos amorosos que por aquella época afloraban en él debido a sus pasionales relaciones con las mujeres. Dennis, que poseía una hermosa voz áspera y castigada por los excesos- la más cercana al soul de los hermanos Wilson- entonó convencido aquello de You are so beautiful to me… Y todos los presentes en aquella reunión alucinaron con tal pureza poética. Uno de los presentes era BIilly Preston, que improvisó junto a Dennis y se preocupó porque aquella bella melodía no cayese en el olvido.
Tiempo después, Joe Cocker publicaría una versión de la canción -que ya había sido grabada por Billy Preston- para deleite de los melómanos. No existen disputas legales ni problemas de ningún tipo, porque las canciones son libres y de todos, canciones como estas no tienen dueño ni destinatario, puesto que Dennis siempre cantaba la canción en los conciertos de los Beach Boys y solía dedicársela a todas las mujeres del público. Y siempre la interpretaba como la primera vez que fluyeron esas notas y esas palabras, porque cada noche así lo sentía y noche tras noche la canción cobraba vida.
A ver…. siendo realistas:… Joe Cocker, pues sí, un tipo con una voz rota peculiar superviviente de mil batallas…. pero coño, esos elogios a los Beach Boys, y este moñerío, por Dios santo, Molrock Palleiro, quién te ha visto y quién te ve. ¿Te has enamorao? Te has enamorao de Dennis Willson a estas alturas, de verdad que no sé si cortarme o no las venas, voy a sentarte un poco en el retrete para digerir ésto. Molrock, no tienes perdón de Dios, tu hermano debería partirte la cara.