Atapuerca, cuatro jóvenes de gran valor que tienen una fuerza superior… tanto y tanta que han rubricado uno de los debuts más prometedores e impactates del indie español desde el 2014. Y es que Last virgin holes (Atapuerca folk songs, 2016), su ópera prima, es una oda al nihilismo y al vacío contemporáneos, un canto a la angustia humana y a la soledad en la era de la comunicación. Producida por Tacho Colantre (Los Planetas, Nefo, Asimov o Interpol, entre otros), contiene joyas como Discotheque whore o Himno a la mejor persona del mundo, que atrapan desde la primera escucha, a medio camino entre Bauhaus y la bossa nova. «Intentamos ser esponjas que lo absorben todo, somos personas emotivas construidas con pedacitos de almas de los demás que llegan a nosotros a través de múltiples formas», comenta William Littlefires, este músico con alma de poeta que alterna su labor de guitarrista con la literatura infantil, a punto de sacar su segundo poemario para niños: Una cosita rica que llevo bajo la cremallera (Editorial Planeta). Y parece que han sabido quedarse solo con lo mejor de quienes les rodean, porque su trabajo, fresco y maduro a la vez, ha sido alabado unánimemente por la prensa especializada y no ha dejado de recibir loas desde el mismo día del lanzamiento, el pasado ocho de enero. [bandcamp width=100% height=120 album=1240913421 size=large bgcol=ffffff linkcol=0687f5 tracklist=false artwork=small] Todos caen rendidos a los pies de estos muchachos a caballo entre Madrid y Granada, alquimistas de belleza. Tal ha sido el impacto que han causado en la industria musical española que ya ha sido confirmada su presencia en el Festival Internacional de Benicássim de este año. «No nos preocupa demasiado lo que digan de nosotros ni tocar para más o menos personas, lo único que valoramos son nuestros corazoncitos y hacer las cosas bien porque no nos va mucho ese rollo del mainstream«, asegura Francesca G, la sensual cantante de esta agrupación, que brilla con luz propia en el tema que abre el disco: Virgen anal. «Somos consicentes de quienes somos, es lo único que nos importa en este mundo burdo del estruendo de la guitarra rock facilona», explica Rita, corista y compositora. «Todo fue fácil en este proyecto, fue muy dinámico y muy fácil materializar aquello que bullía en nuestras mentes», añade Lola, arreglista de la banda. «Nos reunimos y dejamos que fluyera la energía, con el karma limpio y la mente abierta», añade el intrépido William, quien anteriormente había prestado su talento a bandas de la talla de los ya míticos Asshole fuckers. «Le diría a las personas que sean puras y se dediquen a escuchar como lo haría un niño, con esa bendita inocencia y esa falta total de prejuicios», añade. Que así sea. ]]>
Hay que puntualizar que «Last virgin holes» está todo basado en hechos reales, su punto de partida, la inspiración, llegó el día en que el último de los agujeros vírgenes que había en esa casa, el contador de Iberdrola, fue profanado, lo demás allí está todo dado de sí.
De William LIttlefires, este guitarrista con tan larga carrera en el mundo musical y sexual, hay que hacer referencia en su trayectoria a grupos míticos que ha liderado como VGTales, Discípulos enmascarados del señor Satam, DR Tilla, On the Rocks, Asshole fuckers, formaciones que se hicieron famosas en los años 90 en las fiestas populares cristianas de distritos y pueblos. También hay que destacar, simplemente por hacer justicia a su talento, a la efímera banda «Kabul country band» y a «Alquitrán», lideradas otro de los míticos LIttlefires, Emilio, que, aparte de la pesca y la agricultura, toca en diversos proyectos de música jipi-celta en la zona pirenaica. Damos la primicia de que el próximo LP, ya en estudio, de Atapuerca se titulará «voy a defecar y ahora después os atiendo…».
Hay una errata en el anterior comentario, cuando se dice «VGTales» en realidad se debería decir «BGtales», ya que el grupo se llamaba Billy and group tales. Gracias.
Creo que la historia de William Littlefires merecería un amplísimo reportaje especial.