Porque el deporte, como la propia vida, es más una cuestión de fe que de estadística. Viva la pasión, viva las ganas de querer ser feliz. Porque sí que podemos ganarle a cualquier equipo y porque la vida, efectivamente, puede ser maravillosa. La selección española de baloncesto está demostrando que puede ganarle perfectamente a Estados Unidos. Debe jugar para ganar. Debemos creer en la victoria. Viva el baloncesto, abajo la tristeza. Gracias por todo, Andrés Montes.