Rita Maestre, irresistible seductora

A sus 29 años, Rita Maestre no solo ha conseguido ser la concejala más joven del Ayuntamiento de Madrid y una figura clave en Podemos. Es una mujer moderna y sin complejos, la encarnación de eso que algunos llaman «la nueva política». Tanto desfila semidesnuda en una capilla contra los símbolos religiosos como confiesa rezar por sus seres queridos. Así es ella. Proveniente de una familia acomodada, Maestre, incansable activista feminista, es consciente de su irresistible atractivo y lo emplea sin tapujos para conseguir sus metas. Y vaya si lo consigue. Convence hasta al más terco de lo que se proponga. Encantos y argumentos no le faltan. Es eso que otros definen como una seductora nata.

Rita Maestre

Tras sus devaneos amorosos de juventud, Rita Maestre comenzó a sentir gran atracción por el poder. Como dijo el escritor alemán Jean Paul Richter: «Después del poder, nada hay tan excelso como saber tener dominio de su uso». Poco antes de acceder a la primera línea de la política, quién sabe si intuyéndolo, Maestre mantuvo un idilio con Íñigo Errejón, que en los últimos tiempos ha perdido protagonismo en la formación morada. Quién sabe si también por ello, Maestre dio por concluida después la relación. Anteriormente, Rita Maestre había sido pareja de, casualmente, otro político, Alberto Garzón, pero Izquierda Unida no gozaba en ese momento de mucha popularidad y, cosas del destino, la cosa también terminó.

La edil de Podemos en Madrid

Después fue vista con un apuesto directivo del Real Madrid en un lujoso restaurante de La Castellana, pero al parecer la relación no cuajó. Maestre inició al poco un romance con el futurólogo Rappel pero la pareja se rompió por «desavenencias ideológicas», según contó ella misma en una entrevista. Rita Maestre también mantuvo un tórrido romance con Pablo Casado, vicesecretario general de Comunicación del Partido Popular. Posteriormente, Rita Maestre comenzó a salir con Ignacio Murgui, número dos en la lista de Podemos, quien en esas fechas se puso por encima de Errejón. Por el momento, la feliz pareja pasea su amor por la capital de España.

Aduardo o da Cajacha
Aduardo o da Cajacha

Mis colegas dicen que soy un friki pero mi madre dice que soy encantador. Ando cerca de los cuarenta pero aparento cincuenta. Soy un romántico aunque odio la Humanidad.

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