Nos encontramos ante una pintada más sofisticada de lo que a simple vista aparece. Utilizando el fondo blanco que se superpone a la pared sin pintar, el artista se decide por un rojo chillón para escribir varias palabras y dibujar dos penes erectos. «Salchichón chochón», el texto en cuestión, parece remitir de manera preclara a los genitales masculino y feminino buscando un tono jocoso. Y considero que lo logra. En el caso del aparato reproductor de los varones, el autor recurre al siempre socorrido truco de equipararlo con un objeto de similar forma y tamaño, en esta ocasión una barra del famoso embutido elaborado con carde de cerdo como base. En cuanto al sexo de las féminas, el pintor se sirve de un vulgarismo que convierte en palabra aguda terminada en ene, buscando un calco fonético con las dos últimas sílabas de la anterior palabra. Esto es lo que en lexicografía se conoce como «hipérbole taimada doble», un recurso muy empleado, por ejemplo, por los surrealistas franceses. Por último, cabe destacar el manchurrón negro de debajo de conjunto, un excelente ideograma que sin lugar a dudas remite a la vagina. Así, por la variedad de elementos y por la gran creatividad manifestada en esta obra, que forma un microcosmos en el que en última instancia se alude al sentido mismo de la vida, puntúo esta pintada con un siete sobre diez.
Por Adelaida Martínez.