El viaje a Sada de Donald Trump

Donald Trump, el nuevo presidente de los Estados Unidos, viajó a Sada en los años ochenta debido a sus negocios inmobiliarios en Galicia. Y es que, tras hacer fortuna con diversos casinos, el polémico empresario adquirió numerosas fincas en el interior de Lugo y Ourense, así como grandes extensiones de terreno en Andalucía y Extremadura. La villa coruñesa de Sada, la Perla de las Mariñas, fue el campo de operaciones desde donde dirigió sus negocios, enclaustrado en su lujoso chalé de Osedo que aún conserva en propiedad. «Él fue pionero en apostar por algo que en los años ochenta todavía sonaba extraño en España como era el turismo rural», explica Samuel Valdepeñas, doctor en Sociología por la UDC que actualmente trabaja en una tesis doctoral sobre el influjo seductor del poder en las masas empobrecidas. [caption id="attachment_6128" align="aligncenter" width="400"]trump-en-el-moby Tump en el Moby Dick[/caption] El presidente número 45 de los USA «impulsó una nueva modalidad de turismo» creando pequeñas compañías turísticas que atrajeron a muchos norteamericanos «a las incipientes casas rurales que a finales de los ochenta se empezaron a crear en Galicia», explica Valdepeñas. No obstante, Trump se vio obligado a vender muchas sus posesiones españolas en 1988 para poder afrontar sus problemas financieros y no pudo llevar a cabo su plan inicial de «convertir Galicia en un gigantesco parque temático de ocio y reposo para las clases acomodadas de su país», añade el experto. Durante esta crisis, el magnate vendió numerosos bienes patrimoniales para obtener liquidez, ya que la compra del ostentoso Taj Mahal Casino provocó un notable aumento de su deuda. [caption id="attachment_6125" align="aligncenter" width="745"]trump-terraza Donald Trump en La Terraza de Sada[/caption] Sin embargo, el nuevo inquilino republicano de la Casa Blanca jamás se deshizo de su residencia de Osedo, la parroquia sadense donde vivió «casi de incógnito debido a las enormes medidas de seguridad que siempre rodearon su vida personal», precisa Samuel Valdepeñas. La entrada a su vivienda, situada en lo alto de una pequeña montaña, consiste «en un pasadizo secreto desde el que se accede en coche a través de una pista, de la misma forma que entra Batman en su cueva con el Batmóvil», revela el investigador. Trump permaneció unos cuatro meses en Sada, aunque «por problemas de logística tuvo que volver casi obligado a los Estados Unidos, para supervisar de primera mano sus negocios en una época en que la tecnología no permitía hacerlo a distancia», indica el sociólogo. [caption id="attachment_6127" align="aligncenter" width="589"]trump-puerto-sada Trump en el puerto de Sada[/caption] Durante su estancia en Sada, Trump se relacionó con la familia Franco y pasó varias veladas en el pazo de Meirás con Carmen Franco. También asisitió a varias comidas en el hotel Finisterre con directivos del Banco Pastor y cenó en el restaurante El refugio de Oleiros invitado por el alcalde de Oleiros, Ángel García Seoane. En Sada, el regidor de aquel entonces, Ramón Rodríguez Ares, le invitó a su casa comer una de sus empanadas caseras. «Le gustan mucho el marisco y el ribeiro… y las mujeres gallegas le vuelven loco», afirma Valdepeñas.  

El origen sadense de su lema electoral
En Sada, el controvertido político visitó el edificio modernista de La Terraza, el emblema de la villa, así como el puerto sadense y el  ya desaparecido pub Moby Dick. Allí, según Valdepeñas, Trump ideó por primera vez el lema que le llevó a la presidencia de los EE.UU. cuando, un emigrante sadense en Nueva York, le invitó en una acalorada discusión «a hacer América grande otra vez (make America great Again)». Esta frase y «la gran carga ideológica implícita» dejarían a Trump «fuertemente impactado», sostiene el especialista. Además, en los últimos tiempos surgieron varios rumores que aseguraban que Donald Trump pretendía comprar el polémico hotel Sada Marina. «Era un enamorado de Sada, en su despacho de la torre Trump guardaba varias fotografías de su viaje a la villa marinera, incluyendo una foto en el puerto de Fontán… supongo que la tendrá en el despacho oval de la Casa Blanca», concluye Samuel Valdepeñas.]]>

Wilson Palleiro
Wilson Palleiro

Cree que todavía es posible cambiar el mundo. Como no tiene el valor suficiente para quemar cajeros o hacer escraches, escribe cosas.

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